En plenas fiestas se nos ocurrió cambiar de operador.
Con Vodafone, la peor opción.
He grabado el vídeo por dos motivos fundamentales: el primero porque quiero que se sepa lo mal que lo han hecho con nosotros y el segundo porque no he podido comentar, publicar.... vamos que he estado aislada como si me hubiese pillado un alud de nieve.
Ya todo ha vuelto a la normalidad, por supuesto con otro operador, pero no obstante quiero que quede constancia.
Después de la mala experiencia, se empeñan en llamarme tres veces al día, preferiblemente a las horas de descanso, como debe ser.
Y sigo coso que te coso...