LightbulbSun nos presenta el cuarto disco de los canadienses metaleros Voivod, un desafío sonoro difícil de superar y no apto para cualquier oído. Continuando con su mezcla entre el thrash metal y los sonidos progresivos. Y ya en "Dimesion Hatross", que continúa con el concepto esbozado en "Killing Technology" y que logra superar incluso esa obra, lo que era una exploración dentro del metal ya se torna aquí directamente vanguardista, disonante y extraño que cae en los discos para amar o para odiar sin términos medios; poblado de atmósferas, una sección rítmica de ritmos extraños en le metal, voces limpias, actitud punk, un toque industrial, extraños acordes de guitarra, y el resultado es uno de los grupos de metal progresivo más genuinos, y uno de los primeros en tomar lo mejor del heavy metal y el rock progresivo y combinarlos de una manera honesta y respetuosa, aquí en un álbum redondo para escuchar y conocer sin prejuicios y admirar el genio de esta banda. Otros grupos hicieron algo tímidamente parecido (Black Sabbath, Iron Maiden) obtuvieron toda la gloria, pero ellos siempre fueron los precursores que nunca han sido reconocidos, junto con algunos otros como Sieges Even, por ejemplo, así que en nuestro espacio cabezón les damos el lugar que se merecen. Artista: Voivod Álbum: Dimension Hatröss Año: 1988 Género: Progressive Thrash Metal Duración: 41:25 Referencia:Discogs Nacionalidad: Canadá
Un álbum extravagantemente denso y difícil, que te llevará varias escuchas para entenderlo. Metal neurótico de una composición de canciones impecable, y ya aquí podemos ver como una banda netamente callejera se fue puliendo sin perder la actitud, haciéndose más técnica y más refinada, haciendo su escupitajo más fino y elegante, creando disonancia, oscuridad y furia punk generando ese sonido extraño y espacial, metiendo críticas sociales a su lírica.
El cuarto álbum de estudio Dimension Hatröss, de la banda canadiense de thrash y metal progresivo Voivod, es lanzado en 1988 por la discográfica Noise Records. Continuando con la línea de producción del disco anterior (Killing Technology), logran alcanzar un nivel técnico superior, al mantener la idea de mezclar el thrash metal con elementos progresivos. Aquí, la guitarra vanguardista de Piggy, crea la atmósfera necesaria para cada uno de los temas. Snake defiende su evolución vocal abandonando los gritos, y reemplazándolos con voces limpias. Blacky en el bajo y Away en la batería, impulsan la sección rítmica dejando una performance abismal. Así, han desarrollado un disco verdaderamente completo en muchos aspectos, quizás con las pocas limitaciones de siempre, pero contundente, original y trascendente.Con una potente distorsión definida arrasa desde el inicio “Experiment”. La voz aparece de repente cambiando el tempo agresivamente. Acá comienza el Prólogo, viaje sideral que divide a las canciones en dos partes. “Tribal Convictions” se presenta con un fade in donde la batería se impone con firmeza. Los acordes se suman a los diversos riffs dándole cierto misterio, pero solo para comenzar. Tiene un groove preciso acompañado por voces de miedo con un mensaje preponderante. Uno de los tracks más destacados. “Chaosmonger” tiene una energía cósmica que va interponiéndose en el ritmo de cada compás. Es un delirio de virtuosismo que no se detiene, mucho menos después del solo. Ahora, “Technocratic Manipulations” es una vorágine de riffs violentos, con unos cortes acomodados estratégicamente. Un cambio de indicación de compás, le da cierto respiro, pero no es un tema que pretenda detenerse.Ya en el Epílogo, “Macrosoutions to Megaproblems” arranca desde lejos sin piedad, y se van sumando las voces en conjunto. Un riff con algunos cromatismos, atraviesa la canción por la mitad y la llevan por pasajes interminables de disonancias. “Brain Scar” desata la locura con su mensaje, y su ejecución bestial. Algunos silencios en medio, anuncian algún cambio que jamás se espera. Sorprende por su poder armónico, como plataforma para las cuerdas vocales. Un solo característico, nos lleva las últimas frases para concluir de golpe y misteriosamente. Inmediatamente se percibe a “Psychic Vacuum”, como el caos expresado musicalmente. El vocalista, logra destacarse a pesar de la abrasante tormenta sonora ensamblada, siempre con alta velocidad. Culminando la travesía, “Cosmic Drama” hace honor a su título, desde la idea de la composición. La voz como contando una historia, evita por momentos los altibajos melódicos, y libera infinidad de líneas narradas con ímpetu. Ya estamos prácticamente en el final, donde sus últimos golpes se destacan visiblemente. Solo en la versión en CD, el último tema era «Batman», del programa de televisión de los 60.Definitivamente, nos encontramos ante otro LP complejo. Podría decirse, que es solo para aquellos que necesitan un desafío sonoro difícil de digerir, pero que jamás sería una pérdida de tiempo obviamente. Se lo puede considerar, como un evento de transición para la banda también, teniendo en cuenta todo lo que vendría después. Las letras relacionadas con la ciencia ficción, transcurren de una manera desenfrenada en este lanzamiento. Conceptos que transitan sociedades distópicas y futuristas, alimentados con un poco de cyberpunk. Todo eso, alcanzado con un bajo presupuesto, pero con una mejora en la composición, ejecución, y producción. Una obra verazmente significativa, que marcó la escena de su época con su dominio de géneros, audacia sonora, y su intrépido ensamble.
Jerson Ricardi
Otro habrán tenido la gloria, pero "Dimension Hatröss" es uno de los álbumes de metal más sorprendentes, originales e importantes. Brindamos por ello...
En el video, el disco completito.
Repito, no es el viaje más fácil, esto es otra dimensión en universo del metal, pero seguro que es uno de los viajes más deslumbrantes que existen en el espacio musical profundo. Y que otros se metan su gloria en el culo, desde aquí parte una honesta y ennegrecida veneración a Voivod. He dicho...
Súper divertido thrash prog como le llaman algunos (no suena mal la etiqueta, pero finalmente es apenas un rasguño de lo que puedes escuchar en este disco) con mucha insistencia en el desmadre y con muchas ideas diferentes que lo hacen bastante más atractivo y delicioso de escuchar. Intrincados solos, ataques velocistas en las guitarras, bajeo insistente y notorio con una batería hiperactiva y demoledora, este puede haber sido el mejor momento de Voivod (no es que los otros discos no valgan la pena), pero ese estilo a la Mustaine de Denis Belanger me resulta bastante efectivo, se lleva muy bien con todo ese caos eléctrico súper reforzado. Placentera escucha.