Revista Viajes

Volando en avioneta

Por Exm
Ayer me desperté con la noticia del accidente aéreo de la compañía Buddha Airways ocurrido en Katmandú y me estremecí al recordar que hace unos años estuve sobrevolando el Everest y disfrutando de estos picos montañosos que atravesaban las nubes, a bordo de un pequeño avión de la compañía Buddha Air en el recorrido desde Katmandú a una ciudad en la frontera de Nepal cuyo nombre me es imposible recordar. Sentimientos encontrados son los que tengo, por un lado al pensar en el lamentable final de un vuelo que con seguridad comenzó con la emoción propia de quien va disfrutar de un paisaje único, y por otro el recuerdo de momentos únicos vividos en avionetas y viajando a distintos lugares.
Aún recuerdo cuando subí a esta pequeña avioneta y observé a mis compañeros de viaje, entre ellos se encontraba algún que otro turista, algún hombre de negocios y algunos monjes, pocos pasajeros para pocos asientos. Una azafata pasaba una bandeja con algodones para los oídos, ya que el ruido era ensordecedor.
A quien le apasione volar, tal vez comparta conmigo la sensación  de que es en estos aviones pequeños donde verdaderamente se siente que se está volando. Muy rápidamente despegan las ruedas del suelo y ligera como una pluma se eleva despacio permitiéndote disfrutar de una panorámica durante todo el vuelo que un avión grande no  te permite tener. La cercanía que se tiene con la cabina, que en muchos casos se encuentra abierta, así como con los pilotos cuyas maniobras quedan a la vista de los pasajeros, lo hacen aún más interesante.
Volando en avioneta
Volando en avioneta
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 Aquí van otras imágenes hechas desde el aire esta vez en Panamá en un vuelo hacia Bocas del Toro
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