Dentro de nuestra edad, capacidades y posibilidades estamos ofreciendo nuestra ayuda en estos duros momentos a través del plan Cruz Roja Responde para la lucha contra el COVID-19.
La Cruz Roja cuida a sus voluntarios y recibimos formación, en primer lugar, sobre el coronavirus (obligatoria para nosotros) y también sobre otros temas de máxima actualidad. Cualquier persona puede acceder gratis a las píldoras formativas pinchando AQUÍ, y en concreto a las que más necesitamos en este momento:
- Coronavirus: Conocimientos básicos y medidas de prevención
- Bienestar emocional ante el COVID-19
Domingo 19 de abril: #PasosDeEnergía (reto abierto a tod@s)
Mañana domingo 19 de abril participaré desde casa en un reto deportivo patrocinado por EDP y Martín Fiz en el que cada uno de nuestros pasos (en la cinta, en la terraza o donde sea) se contabilizará como parte de la cantidad económica que esta empresa donará a la Cruz Roja. Para participar basta con subir a una red social una imagen del móvil, podómetro o pulsómetro con el que cada uno quiere medir sus pasos y añadir dos hashtags: #EDPEchaUnCable y el nº de pasos que haya hecho, por ejemplo, #1.000PasosDe Energía. EDP transformará en euros nuestros pasos y los donará a la Cruz Roja. ¡A partir de las 10h de mañana domingo! Tengo en mente llegar a los 10 km, que serían unos 16700 pasos, pero si no puedo hacer tantos, haré menos porque cada paso cuenta.
Martes 21 de abril y Jueves 23 de abril: Mapatones (solo para voluntarios)
Poder participar en esta actividad es para mí, como aficionada a la cartografía, un lujo. Missing Maps es una iniciativa para mapear zonas de las que no se disponen mapas o mapas correctos; son zonas rurales vulnerables en las que pueden ocurrir catástrofes, así que la ausencia de mapa complica muchísimo la llegada de ayuda.
Utilizaremos como base OpenStreetMap y agregaremos información sobre los accidentes geográficos como senderos y ríos, así como construcciones humanas como casas. Después, los equipos de la Cruz Roja sobre el terreno verificarán si es correcto.
Por último, no hace falta ser voluntario oficial para poder ofrecer nuestra ayuda a las personas que nos rodean, no solo familiares, sino conocidos, vecinos y hasta extraños. Creo —yo al menos así lo siento y estoy viviendo— que es nuestro deber proteger a los ancianos y personas más vulnerables a esta enfermedad, aunque eso implique exponernos por ellos. Es ley de vida que, por ejemplo, un anciano fallezca antes que personas más jóvenes, pero no que muera de cualquier forma, sino con serenidad y acompañado. Para morir en paz hace falta sentir tanto o más amor que para vivir y pienso que no debemos ser una sociedad que lo olvida.