Vamos llegando a la mitad de la semana y lo hacemos volviendo a visitar la casa de curas que os empecé a mostrar hace algunas semanas. Para ver el comienzo de esta impresionante casa hacer CLICK y visitar la planta baja.
Hoy nos metemos de nuevo dentro de sus muros de piedra que siguen ahí, renovados y soportando a las inclemencias del tiempo, como petrificados ante la mirada de uno, resistiendo y apoyando el día a día de esta familia -bueno igual no el día a día, pero si los ratos de ocio-Con el post de hoy pensaba dar por concluida esta visita y mi trabajo fotográfico pero al repasar las fotos me he encontrado con dos opciones, hacer un larguísimo post lleno de imágenes y detalles de la decoración de esta vivienda, o una vez más, dividirlo en dos, y me vais a perdonar ya que me he decantado por esto último pues no quiero que os perdáis ningún aspecto de la casa.La planta de arriba está llena, al igual que la planta baja, de trabajo y buen gusto para la decoración. Dividida en cuatro estancias, una de ellas con baño incluido, y un aseo, de nuevo respiramos el espíritu rústico de la casona. Sus techos y suelos de madera crujen bajo tus pies delatando tu llegada. Al final de la escalera accedes a un enorme distribuidor cargado de detalles de esos que huelen a antiguo y que saben a familia.
Un visitante inesperado se ha colado a través de objetivo de mi cámara, de alguna forma detrás de casa esquina para recordarme que estaba en su casa.
Mesitas, cómodas, camas, armarios, todo recuperado, decoran las estancias, imprimiendo ese estilo rústico protagonista en toda la casa y se complementa a la perfección con los textiles de las habitaciones.
imágenes TCV
Os ha gustado ¿verdad? pues todavía nos quedan dos habitaciones más y el patio, que por supuesto tampoco tiene desperdicio.