Hola preciosidades.
Un año. No me puedo creer que haya dejado este proyecto parado durante tanto tiempo.
Y digo parado porque no puedo decir olvidado. Aunque no haya escrito entradas he estado pensando constantemente en el blog, he seguido leyendo vuestras entradas y he estado dándole vueltas constantemente a cómo volver.
Y como, a veces, para continuar algo hay que volver a empezar. ¿Reseteamos?
La verdad es que no sé muy bien por qué dejé de actualizar el blog.
Supongo que debería decir que es porque el día a día nos come, por que a veces pesa sentir algo como una obligación o por miedo al compromiso, como decimos cuando queremos dar puerta a nuestras relaciones.
Mentiría como una bellaca si utilizase tales excusas. Ha sido pura vagancia, dejadez, desmotivación repentina... no sé... que no arrancaba, en una palabra.
El caso es que llevaba tiempo rondándome por la cabeza volver y no sabía cómo. ¿Disculpándome por haberme ido sin avisar? ¿Justificándome? Y la respuesta era realmente sencilla: Volviendo.
Y aquí estoy, empezando de nuevo. Empezando la aventura, empezando a ganarme vuestro interés y, empezando otra vez a disfrutar con este rincón de caprichines que tantas alegrías me ha dado.
Tenía ganas de veros preciosidades.