Volver

Volver a empezar, volver a ser, volver a volver. Porque la vida pasa, la luz sigue brillando y el aire que ha pasado se renueva en otro aire más limpio, más transparente, más sano. Un aire como el aire que se fue. Echar de menos el aire en la cara, echar de menos el sol que deslumbra, echar de menos el frío y el calor a cualquier hora en cualquier lugar.

Volver a empezar una vez y otra vez. Empezar con otro aire, con otro estilo, o con el mismo estilo y diferente herramienta, con otro concepto que mire al mismo fin. Empezar de nuevo la cabalgada sonora o no, estética o no, pero ética en cualquier caso.

Volver a ser lo que, en realidad, nunca has dejado de ser. Volver a sentirse de la misma forma que antes de todo, antes de la pandemia y antes de la desgracia. Ser de nuevo lo mismo. Ser de nuevo imperfectamente lo mismo porque no hay nada como ser un motero malo.

Volver a volver. Deshacer los kilómetros anudados y liberar el espacio y ocuparlo de nuevo con otros espacios más anchos. Otra vez en el campo, otra vez en el mundo, otra vez en mi sitio, otra vez en mi casa. En mi casa. Porque volver a casa es lo más importante.