Todos estamos ya más que habituados a las prácticas mamparas de vidrio templado. Su funcionalidad nos envolvió y hoy son de los elementos más buscados e instalados en baños y duchas de todos los tamaños y estilos.
A pesar de la elegancia y gran comodidad que nos ofrecen las mamparas; a pesar, incluso, de haberse convertido en una elemento muy versátil y adaptable a —casi— todo tipo de proyectos, lo cierto es que no siempre es posible su instalación.
Hay bañeras que por su diseño o por el espacio no permiten la instalación de una mampara. A veces, sencillamente no es posible contar con el presupuesto que este tipo de elementos exige. ¿Ventaja o inconveniente? Todo depende desde el prisma que se quiera mirar. Nosotros elegimos siempre que nos devuelve una imagen positiva y siempre alguna solución.
Lejos de hacer de un problema el hecho de no poder instalar una mampara, nosotros lo vemos como una oportunidad maravillosa para disfrutar buscando otras alternativas. Y qué mejor alternativa que la clásica cortina de ducha.
No se trata de volver atrás, se trata de reinventar, de innovar, de experimentar. Y os aseguramos que con un poquito de imaginación podemos dar un toque diferente, personal y con mucho carácter a la decoración de nuestra baño. Sí, a través de una simple cortina. Y como muestra las imágenes que ilustran este post.
Como ves, hay opciones para todos los gustos y estilos, desde los más coloristas, pasando por los románticos y delicados o los reto, hasta los más modernos y sorprendentes. La clave está en buscar…