Volver a Villa Mangaporhombro

(Referentes femeninos V)

Atención pregunta. Si un personaje infantil creado en 1945 nos parece un escándalo en ese momento y más de 75 años después, ¿qué indicios nos da de nuestra evolución social? La gran Pippi Calzaslargas, esa niña que algunos califican de " anarcoinfantil ", vive con un mono y un caballo, a sus nueve años, sin imposiciones ni reglas de los aburridos adultos, tiene una fuerza sobrehumana y, como su padre es un pirata con posibles, posee cantidad de monedas de oro, lo que le asegura el sustento y las golosinas. Es posible que, gracias al poco interés que la mayoría de adultos le pone a la literatura infantil y otros productos culturales dirigidos a los más pequeños, como la gran Bola de Cristal con su Bruja Avería, mi generación disfrutó de increíbles referentes femeninos como Pippi sin censura.

A mis casi 45 años me he releído las historias de esta mítica niña pelirroja, escritas por la autora sueca Astrid Lindgren, y he vuelto a sonreír, a disfrutar y a preguntarme en qué momento decidimos que meter a los niños en compartimentos estancos durante toda su infancia es bueno para el desarrollo humano. Dice Pippi, casi al final de uno de sus libros, que ella no quiere crecer. Normal. Ser adulto puede ser muy aburrido, casi ninguno visitamos islas desiertas, ni hacemos expediciones, ni compramos dieciocho kilos de golosinas con dos monedas de oro. He vuelto en mi relectura a esa increíble Villa Mangaporhombro, a vivir con el señor Nilsson y el caballo, lo que me ha hecho recordar mi capacidad para imaginar que mi casa podría estar abierta a insólitas mascotas como cerdos, cabras y hasta un burrito. Y me he preguntado en qué momento me olvidé de que no quería crecer y de Villa Mangaporhombro. Habrá que comprar cada cierto tiempo un billete para la casa del árbol hueco y el jardín despampanante.

De A strid Lindgren yo sabía poco, por no decir nada. Sólo me imaginaba que quien fuera capaz de construir un personaje tan simpático y libre como Pippi debía ser una gran señora, casi seguro con un toque de rebeldía acentuado para su época. Buscando información me encontré con la película Conociendo a Astrid, que no es una gran obra, pero que sí acerca de forma bastante cruda a la dura infancia de la autora en una zona rural de su Suecia natal, a su tendencia a imaginar y contar historias, y su lucha por su primer hijo, fruto de una relación desigual con un hombre mayor y en un puesto de poder, que terminó en embarazo adolescente y que el niño pasara los primeros años de su vida alejado de una madre que se enfrentó a los estereotipos sociales y las estrictas normas religiosas de la época.