Tema: Battle Hymn of the Republic (BYU Combined Choirs and Orchestra)
Gestionar un espacio de estas características es una labor notablemente compleja por el especial cuidado que merecen todos los contenidos que aquí se publican. No en vano, en Go West nos vanagloriamos de ofrecer solamente recursos de elaboración propia y con la debida calidad, buscando que estos aporten un valor agregado a los lectores más inquietos. En consecuencia, pedimos disculpas por la no publicación de nuevas entradas en lo que llevamos de 2015, ausencia que se explica por la fuerte carga de otras obligaciones laborales por parte del equipo redactor que, como saben nuestros lectores, está compuesto únicamente por una persona. Con el compromiso de volver a la carga, Dios mediante, tras el verano, dedicamos esta breve entrada a una efeméride que, desgraciadamente, fue escasamente celebrada en España.
El pasado 14 de abril se cumplieron 150 años del último disparo de la Guerra de Secesión o Guerra Civil estadounidense. Oficialmente, las armas habían acallado y el país, en especial el Norte, respiraba con profundo alivio tras cuatro largos años de conflicto. La Guerra de Secesión había costado la vida a no menos de un millón de personas y había dejado un elevado grado de devastación en las principales zonas donde se habían producido enfrentamiento, esto es, en el Sur. A pesar de las dudas iniciales en torno a su persona, Lincoln había conseguido ganarse el favor de los ciudadanos de la Unión y su reelección en 1864 no sorprendió a nadie. Por cierto, en aquella ocasión, el líder republicano fue acompañado en el tícket electoral por un candidato demócrata a la vicepresidencia,Parecía, pues, un buen momento para disfrutar de una agradable velada en el teatro y así lo pensó el triunfante presidente del país, que acudió a presenciar ‘Nuestro primo americano’ al Teatro Ford en medio de un indescriptible fervor ciudadano hacia su persona.
El resto de la historia es de sobra conocido. En torno a las 22:30, un estruendoso sonido sorprendió a los asistentes. Segundos después, un personaje que no había aparecido hasta el momento en escena recorrió el escenario y profirió el famoso grito de ‘sic semper tyrannis’ (así suceda siempre a los tiranos) mientras los espectadores comenzaban a relacionar los hechos y el terror prendía en el palco presidencial. Era John Wilkes Booth y acababa de disparar sobre la cabeza de Norteamérica. Diez horas más tarde, ya el 15 de abril, Abraham Lincoln se convertía en la última víctima de la Guerra Civil. Siglo y medio después del adiós del último gran padre de la patria estadounidense, puede afirmarse que pocos protagonistas de la Historia se han ganado tan merecidamente la inmortalidad como él. Como no podría ser de otro modo, la canción con la que rendimos homenaje a tan inmenso personaje es el Battle Hymn of the Republic (Himno de Batalla de la República), que corre a cargo de la BYU Combined Choirs and Orchestra.
Para ampliar la información sobre la Guerra Civil recomendamos el segundo capítulo de nuestra Historia del Sur.