Revista Opinión
Le faltaba algo a la televisión. Esas discusiones llenas de contenido chabacano como quién bailó mejor o quién tiene el culo más grande. O sea, los culos y las tetas perfectas (perfectas porque pasaron por el bisturí) siempre están pero faltaba el lugar que los contiene a todos por igual. Si faltaba ShowMatch, el circo mediático de Marcelo Tinelli. Ayer volvió con todo (?).
Al igual que años anteriores un despliegue de más de un centenar de personas bailando haciendo acrobacias y cantando en vivo. Un formato de programa híbrido. Con una pseudo ficción de entre 15 y 20 minutos donde lo mejor lo que más resalto fueron los retoques de post producción que la actuación misma.
Luego, la competencia. Un programa de Tinelli no puede subsistir sino tiene en vilo a su público con una competencia. Este año presentó Baila Argentia. Una competición que invita a ciudades del país (ayer fueron Tunuyán y Humahuaca) a bailar por un sueño. Un coreográfo dirige a más de 500 personas bailando música pop. En cualquier competencia se ponen en juego habilidades y el jurado decide a partir de quién mostró mejores destrezas. ¿Cómo puede valorar el público a gente amateur bailando en un grupo tan numeroso? ¿Por qué usar músicas y ritmos extranjeros? ¿Cómo decidir quién gana? Son algunas de las preguntas que me surgieron al ver el programa. Al fin de cuentas, la elección pasará por el sentimiento de lástima que tenga la audiencia para con el sueño.
Sin dudas que lo peor de las casi dos horas de programa fue la aparición del mounstro televisivo Ricardo Fort. El excentrico personaje tuvo la mala idea de presentarse cantando Bad Romance de Lady Gaga. Una locura. Una falta de respeto a la canción y a la artista. Una clara muestra que Fort no tiene los dotes necesarios para cantar.
La falta de entonación y el sonido de fondo con la verdadera interprete
El programa repuntó con la excelente aparición de Martin Fierro Bossi. Lo mejor de todo. La parodia (porque no solamente fue una imitación física) fue muy elocuente. Tono de voz (que no se entiende lo que habla), expresiones corporales y palabras como Miami, Fans, Facebook, Rolls Royce, Pobre, Dinero, Reloj.
Martín Bossi. Foto Perfil.com
El cierre tuvo un doble desenlace. Por un lado, una chabacana pizca de comedia a cargo del trío Midachi. Por otro, la presentación de Ricardo Montaner. Vale aclarar que no cantó, sino que hizo playback. Otra falta de respeto al público presente y a la audiencia.
Marcelo volvió. Como siempre con mucho barullo y pocas cosas nuevas. Hoy, martes 4 de mayo, hace su presentación con el Bailando por un sueño 2010, me abstengo de comentarios.