Ponerse al frente de una causa implica asumirse capaz de promover un mensaje común que produzca roncha, que genere picazón en las cabecitas de las personas a las que les importa nuestra opinión.
Es dejar la humildad de lado, por un rato, para creerse que tenemos una verdad que afirmar, transmitir, dar a conocer, para reproducir y compartir en las redes que sabemos formar y consolidar.
¿Vos decís? ¿Te parece? ¿Crees?
Toda afirmación remite a una inevitable duda del agente que absorbe la información, la procesa y desprende su parecer.
Convence el que saca de su entraña lo recóndito y sabe que lo que dice ofrece una oportunidad de exploración e indagación.
El que afirma se arriesga a que su decisión arrastra y promueve una intención, se hace cargo, toma las riendas de la aventura de decir para vivir.
¿Vos decís?
¿El video que encendió la mecha?