JL, en este vídeo, explica la farsa de la democracia en la que vivimos. La ley electoral está diseñada para que no salgamos del bipartidismo, además de no representar el voto de los españoles pues CIU acaba teniendo más diputados con menos votos que IU o UPyD con más votos. Es decir que la voluntad de los españoles no se refleja en los resultados y acabamos siendo gobernados por lo que una minoría ha decidido.
JL propone no votar, pero yo no estoy de acuerdo.
Si fuéramos mayoría los que no votamos, podría tener efecto el no votar, pero como somos minoría, no votar, o votar nulo es como regalarle nuestro voto al PP. Nuestra decisión se vuelve contra nosotros.
Por lo que creo que la única manera de poder hacer algo es la de votar masivamente a IU para que tengan mayor peso en la cámara, a pesar de que no sea una representación proporcional. Al ser uno de los partidos más perjudicados por la ley electoral y al tener más diputados podrán hacer algo para cambiar esta ley, puesto que es SU interés.
La otra posibilidad es la desobediencia civil, pero debe ser masiva también, como cuando decidimos fumar en los bares, que al final obligó a que se cambiara la ley. Esto fue la prueba evidente de que cuando se desobedece masivamente, se consigue cambiar las leyes.
Podemos cambiar las leyes, pero lo conseguiremos solamente con la acción: desobedecer.
No votar no es desobedecer, pues no es obligatorio.
Votemos pues para apoyar a los partidos que son apartados del poder. Ya ni se trata de que nos guste el programa de cada partido, sino la de romper el monopolio PPPSOE.
Revista Opinión
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