Revista Opinión

Votar no te hace un delincuente

Publicado el 02 octubre 2018 por Monetarius
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El 1 de octubre de hace un año los enemigos de España mandaron a Catalunya policías antidisturbios a golpear a gente que decía que quería votar. El espectáculo era para mayores de 16 años acompañados: gente rodando por escaleras, ciudadanos que pierden un ojo por las balas de goma, cabezas abiertas, abuelas arrastradas por el suelo. Para rematar la inteligente gesta, los enemigos de España mandaron a los antidisturbios llevarse de colegios y escuelas las peligrosas urnas. Cada vez que lo lograban, los enemigos de España lo celebraban como si hubieran encontrado un arsenal de Titadine.

Soraya Sáez de Santamaría, la responsable del operativo, fue incapaz de evitar que votaran 2.286.217 personas, el 43% del censo. Y los organizadores, para reírse de la Vicepresidenta, no contabilizaron además los votos de las urnas que se llevaron los policías. El Ministro del Interior, Zoido, que demostró que se puede ser idiota incluso teniendo internet en tu casa de Sevilla, tampoco se disculpó por el exitazo de aquella jornada.

Los antidisturbios hicieron lo que hace siempre ese cuerpo: obedecer órdenes y ejecutarlas con la complicidad de sus mando policiales y políticos. La complicidad que sea. Los mismos antidisturbios se ensañaron en la Plaza de Catalunya en el 15M y también en el Aturem el Parlament. Los del PdeCat que hoy se quejan de las cargas fueron los que mandaron a los temibles antidisturbios a forrar a los perroflautas en 2011. Nunca protestaron cuando nos golpearon en Madrid, en Avilés o en Ferrol. El nacionalismo hace extraños compañeros de viaje.

Un año después, regresa la violencia. La revolución de las sonrisas ha dejado de sonreír. El independentismo ha perdido el rumbo y sólo le sirve en su naufragio el neofranquismo del PP y Ciudadanos. Ni poner ni quitar lazos amarillos va a solventar los problemas reales de las catalanas y catalanes. Rodear el Parlamento tiene sentido solo cuando hay más democracia fuera del recinto que dentro. En la historia de España, los nacionales siempre han hecho daño a la patria. Hay que descortijar España. Pero los ladrones con banderita en la muñeca tienen muchos siglos de Estado detrás y se cubren las espaldas.

Un Estado que usa la violencia para quitar urnas es un Estado en descomposición. Un rey cuyo único acto político con consecuencias ha sido apoyar la represión es un rey en descomposición. Quizá por eso el PP ha pedido que se condene con penas de cinco años a quien convoque un referéndum "ilegal". Por si se nos ocurre preguntar a los españoles por la república. Nos forrarían a hostias y nos intentarían meter en la cárcel.

Así que acordaos de aquello de primero se llevaron a los independentistas, pero como yo no era independentista no dije nada. Aunque no seamos independentistas. Porque somos conscientes de que el independentismo está sin norte y porque sabemos que el cuanto peor mejor de algunos independentistas nos llevaría a todos a un callejón sin salida.


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