Este dilema surge en medio de un ambiente polarizado y electoral. Aunque yo nunca he dejado de hacerlo, entiendo el argumento que muchos compatriotas plantean, ante la inconformidad de la situación que vivimos en el país.
Hoy por la mañana, cuando le explicaba a Daniela lo que sucedería hoy, me di cuenta de la importancia de enseñarles con el ejemplo, no solo las buenas costumbres y el amor a Dios, sino también a ser buena ciudadana.
Pero, que implica? Para mi va mas allá de ir a votar, es hacerle conciencia, desde esta edad, que tiene el poder de decidir, de hacer que las cosas pasen y cambien para bien.
Que esto es un derecho pero que debe ejercerlo con responsabilidad. No inclinarse por un feeling del momento o una moda, o por llevar la contraria al sistema.
Debe ser una opción elegida con la cabeza, analizando y poniendo siempre los principios y valores como premisa. Debe saber que sus líderes deben tener moral y temor de Dios, ser honestos.
Para mostrarle lo que su papa y yo hicimos, le hicimos una papeleta y voto en casa, como un juego, pero que en el futuro será una realidad.
El voto que doy hoy no solo marcara el presente del país, sino el futuro de mis hijos; y lo que haga o deje de hacer les afectara a ellos y a su generación.
Es un compromiso demasiado importante para dejarlo pasar, mis hijos lo valen.
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