Ya es hora de que seamos coherentes. Pocos son los que hablan de la inutilidad del Senado, y sin embargo es un tema fundamental.
El Senado es una cámara inútil, donde se colocan las viejas glorias del bipartidismo y las jóvenes promesas que no tienen hueco en el Congreso. Una cámara que no sirve para nada, salvo para que los dos grandes partidos coloquen a sus excedentes a costa nuestra.
Verán ustedes nuestra Constitución la consagra como la cámara territorial, donde se deben tratar los temas autonómicos. Sin embargo, tanto estos temas como el resto se tratan en el Senado, formalmente, sin que sobre ellos esta cámara tenga poder decisorio.
Por lo tanto sólo retrasa la elaboración de las leyes. O se cambia o se elimina. Como llevamos ya treinta y tantos años sin que se cambie su funcionamiento, es hora de pedir que se suprima.
Por encima de partidos políticos, debemos ser suficientemente coherentes y pedir que, sobre todo en momento de crisis, una institución inútil sea eliminada.
Una forma de presión es hacer ver a nuestros políticos que estamos en contra. Así es que si votamos en blanco se lo haremos notar. Será difícil que con un porcentaje de votos en blanco importante sigan sin tomar acción.
Si están de acuerdo, firmen la petición de Actuable que se encuentra a la derecha de la bitácora, oaquí.
Salud y República