Revista Opinión
Aunque ya había empezado la violencia nacionalista de ETA contra los no nacionalistas, en la Hernani de las primeras elecciones democráticas, las de junio de 1977, la gente votó en masa (participación del 74%) y votó de manera mayoritaria a las opciones no nacionalistas: el PSOE arrasó con el 41% de los votos, casi doblando al segundo partido (el PNV), mientras que la marca local de UCD y AP sumaban casi el 10% de los votos.
Muchos muertos y mucho amedrantamiento después, en las generales el PSOE apenas supera el 10% y el PP se queda un poco por encima del 5%. El partido heredero de ETA gana las elecciones y arrasa en las locales, elecciones en las que a los partidos no nacionalistas le cuesta llenar las listas.
¿De verdad alguien puede decir, sin reírse, que la violencia criminal de ETA "no ha servido para nada"?