El pasado día 6, el portavoz del Grupo de Vox en el Parlamento de Andalucía, Manuel Gavira, se pronunciaba con rotundidad: “No apoyaremos la Ley de Bienestar Animal que prepara el Gobierno de Juan Manuel Moreno porque ataca la caza; de nuevo, el PP de Andalucía pretende imitar las políticas de la izquierda con un ataque frontal al sector estratégico de la caza”. En otras ocasiones Gavira también se ha mostrado taxativo para luego recular sin sonrojo. Pero, en esta ocasión, pretendiendo ser más coherente, el portavoz ultra argumenta que el PP ha sucumbido “a la ignorancia socialista y comunista y a su animalismo radical”.
Gavira subrayó que “el PP de Moreno Bonilla tendrá que buscarse otros socios para dar este golpe mortal a la caza en Andalucía, pero esos socios no le van a servir para ocultarse tras ellos y dar la cara en las zonas rurales donde tarde o temprano tendrán que acudir”. Vox piensa que “el Partido Popular ha entrado en una peligrosa dinámica por disputarle el voto al PSOE, pasando de las palabras a los hechos, legislando para contentar a determinados sectores de la izquierda y la extrema izquierda en un nuevo y absurdo intento por hacerse perdonar la vida y arrastrar votos”. Y, una vez más, Gavira lanza la amenaza de rigor: “El PP de Moreno Bonilla tendrá que buscarse otros socios para dar este golpe mortal a la caza en Andalucía, pero esos socios no le van a servir para ocultarse tras ellos y dar la cara en las zonas rurales donde tarde o temprano tendrán que acudir. Tendrán que sostenerles la mirada a los cazadores y darles unas explicaciones que se van a tener que inventar “.
Pero Vox no está solo en su rechazo frontal a la ley. La Federación Andaluza de Caza también ha denunciado que “el Gobierno Andaluz en ningún momento ha consensuado técnicamente el anteproyecto de ley con el sector cinegético durante su tramitación”, pese a ser uno de los colectivos afectados, lo que evidenciaría que se trata de un “texto legal que responde exclusivamente a intereses animalistas y anticaza”.
Por su parte, la Federación Andaluza de Caza hace al anteproyecto los siguientes reproches: incluye la obligación de educar y socializar a los perros de caza (u otros animales auxiliares) para no dañar a otros animales; impide adiestrar perros de caza en su conducta innata; implica la mercantilización y profesionalización de la cría y venta de perros de caza; impone la esterilización obligatoria de animales antes de alcanzar el año de edad; no permite al cazador criar a sus propios perros de caza y aboca a la desaparición de algunas razas de perros de caza dado su escaso interés económico.