Me cuentan el revuelo que ha ocasionado mi anterior resumen de la situación de vOx. Y francamente, me llama la atención. No por el hecho de que se difunda extensamente, hoy cualquier cosa prende las redes y llega al otro lado del Atlántico en milésimas de segundo, sino por que mucha gente me dice que son cosas desconocidas de la vida del Partido. ¿Cosas desconocidas? ¿De verdad? Toda esa información es fácil de adquirir sin mas que tomar un par de cafés con alguien medianamente involucrado en el Partido sin necesidad de que sea o haya sido cargo de Gestora o Ejecutiva, en cualquier provincia aleatoria, o estar un poco atento a las noticias que salen en Internet. Si sabes leer medianamente entrelineas, no falla, está todo.
Una de las cosas que más me llama la atención es que la gente no sepa que el verdadero Secretario General del Partido es Tomás Fernández. Sí, sobre el papel es Ortega, pero es que Ortega es, (y enumero) Diputado Nacional activo (está o estará en numerosas comisiones y realiza comparecencias), Concejal del Ayuntamiento de Madrid (donde también reclama sus correspondientes minutos de gloria), Abogado de Cabecera de causas del Partido (el juicio del procés la más sonada*, pero hay decenas), y estrella mediática del Partido, con sus numerosas comparecencias en medios de comunicación y de “gira” continua por numerosas provincias. El que crea que Ortega pincha o corta en algo relativo a Organización o nombramientos de cargos o ejecutivas del partido, desbarra. Es, como vulgarmente se dice, un hombre de paja.
* por cierto, muchos profesionales me dicen que ahí se podría haber hecho más sangre.
Otra de las cosas que me sorprende es el desconocimiento, incluso por los propios integrantes del Partido, de su propia organización. Y no me refiero ahora a la forma en que se está gestionando la expansión, de eso ya hable en el resumen pasado, sino a la forma interna que tiene de funcionar.
Y es que aunque la gente en las provincias se está, -literalmente- pegando por pertenecer a las gestoras y conseguir cargos de ejecutivas provinciales, éstas no pintan nada.
No hay mas que ver la web del Partido, en lo referente a cargos orgánicos: Vicesecretaría Presidencia, Vicesecretaría de Portavocía, Vicesecretaría de relaciones con las Cortes, Vicesecretaría de Comunicación, Vicesecretaría de Relaciones Institucionales, Vicesecretaría de Relaciones Internacionales, Vicesecretaría de Gerencia, Vicesecretaría de Organización, Vicesecretaría de Afiliación, Vicesecretario de Recursos, Vicesecretaría Jurídica, Vicesecretaría de Formación…
Bueno, pues todos estos cargos, o la mayoría de ellos y otros mas que no están en la lista (jóvenes, mayores, protocolo, intermunicipal, interparlamentaria, y los que se les vayan ocurriendo)** necesitarán un vicesecretario provincial reflejo del nacional. ¿y porqué? Pues sencillamente porque las Ejecutivas provinciales nombran a los vicesecretarios, en la mayoría de los casos a personas sugerencia de Madrid, pero una vez nombrados no tienen absolutamente ningún poder orgánico sobre ellos.
** para no ser ya un partido de voluntarios, como dijo Ortega, sino que se está profesionalizando, parece evidente que no se van a poder cubrir todos esos cargos si no es, precisamente, a base de voluntarios…
Si ni el Presidente ni el Secretario provincial tienen acceso al listado de afiliados, por ejemplo. Eso lo lleva el vicesecretario de afiliación. Vamos que eres secretario, nombras a un vicesecretario de formación y en realidad él es el único responsable de ese área, y depende directamente de Madrid. Y así, con todas las funciones de la Ejecutiva. Y la gente dándose de ostias para ser la Ejecutiva. Exactamente, ¿para qué? Si hasta montar un autobús es cosa de Organización, que una vez nombrado quien sea no depende de ti. Las ejecutivas son una fachada. ¿O porqué petan las gestoras, esa colección de trepas que consigue tirar a las ejecutivas pioneras? Pues porque una vez en el cargo, descubren que no tienen poder para nada, que no cobran ni van a cobrar, o eso era hasta el momento, y que, por supuesto, como la gente piensa que son una figura homologable a la de cualquier otro partido, se van a comer todos los marrones habidos y por haber con los afiliados, la dirección, la prensa, van a tener responsabilidad jurídica por sus acciones (Ortega ya advirtió de medidas legales contra los propios cargos a la mínima, y, por ejemplo, como los tesoreros provinciales no tiene acceso a la cuenta. Y así van petando ejecutivas, una tras otra, hasta que aparece alguien para cuyo ego ser Presidente de la Comunidad, aunque pinte menos que la Tomasa en los títeres, sea más importante que trabajar.
Aunque no me gusta admitirlo, vOx ya no es ni sera esa «familia» de trabajadores por España. Esto es un guiño amable a alguien que trabajando desde el principio en el partido, y viendo todas las fases por las que ha pasado desde Madrid, pensase como yo, que eramos una gran familia. Siento decirte querido compañero que tanto tú como yo nos equivocamos.
¿Hacer política las Ejecutivas? Ni en sueños. La política de un parlamento regional se tutela desde Madrid, a la comisión interparlamentaria. La Ejecutiva provincial, o la hipotética reunión de las ejecutivas provinciales de una Comunidad Autónoma no pintan nada, aunque lo que digan se ajuste punto por punto a lo que marca el programa. ¿La municipal? Ni está ni se le espera. Concejales de derechas de toda la vida, bregados y comprometidos con sus municipios, que se han pasado a vOx ilusionados y convencidos por el programa, descubren con estupor que no pueden hacer absolutamente nada sin rendir cuentas a la comisión intermunicipal. Por supuesto, ambas comisiones están lideradas por trepas cuyo desconocimiento del programa, mejor dicho cuya idea de los conceptos elementales de política son oceánicos, y que por supuesto no se van a jugar su puesto tomando decisiones. Les da igual que incluso concejales muy buenos haciendo su trabajo por sus pueblos y ciudades dejen el partido después de haberlo dado todo, lo mas valioso, su tiempo, su trabajo y su esfuerzo. Las consultas a esas Comisiones no reciben ni el eco por respuesta y si lo reciben es para hablarles en todo despectivo de lo mucho que les deben a Madrid. Resulta increíble pero cierto.
A las ejecutivas ya solo les queda hacer las listas, la parte que no tiene opciones a salir elegida, por supuesto. Y aquí viene la segunda parte: ¿quienes son los que van a encabezarlas? Los militantes de toda la vida no, desde luego, esos que vienen de asociaciones civiles de derechas, contra el aborto, víctimas del terrorismo, contra las leyes lingüísticas, etc. no, ni de coña. ¿quién entonces? Pues los Cocos, por supuesto. Sus equivalentes.
Sí, leí con horror el articulo de coco y su parecido con el jefe, hoy en día parece que para estar en política tienes que tener las espaldas de un armario empotrado, barba y una mujer influencer, aunque no sepas de política ¡que mas da!
Esos hijos ociosos de caciques locales que pueden ofrecer una influencia, contactos y “recursos” que sobrepasan la sociedad civil entendida como tal. Esos “amigos de toda la vida”, esas élites superguays que miran a los que venden pines en las mesas o atienden las sedes como si fuesen empleados. De nuevo la derecha tratando a sus bases, en este caso la mejor que ha dado un Partido Político en la historia como si fuese basura.
¿Lo ven? Poner a dedo las Ejecutivas no es el problema. De hecho, las “ejecutivas integradoras” que tienen un miembro “de cada sensibilidad” lo único que garantizan es que haya un infiltrado de cada partido rival en cada provincia. Hasta que no se obligue por ley que las listas electorales de los Partidos a las instituciones se conformen por votaciones públicas de los afiliados por listas abiertas, no tendremos democracia real en los partidos, primer paso para tenerla en nuestra nación. Y que la responsabilidad de poner un garrulo al frente de una provincia sea de los propios afiliados, y todos lo sepan. Y aquí vOx, que lleva (o llevaba) la reforma de la ley de Partidos y la Ley Electoral en su programa, ha empezado el camino de traicionar sus orígenes y convertirse en un Partido Político mas.