La irrupción de Vox en el Parlament de Cataluña con 11 escaños lo ha convertido en la cuarta fuerza política y en la primera de la oposición constitucional al independentismo porque el PSC, ganador de las elecciones, no podrá gobernar con la Constitución en la mano, al estar maniatado por los compromisos del gobierno de Pedro Sánchez con el independentismo golpista catalán, al que necesita para seguir en la Moncloa.
Con el PP y Ciudadanos en bancarrota, VOX será la gran referencia constitucional en Cataluña, donde la euforia del independentismo, que por primera vez obtiene más votos que los contrarios a la independencia, aunque les hayan votado menos, amenaza con una legislatura llena de incidentes y vejaciones a España que enfurecerán a millones de españoles y harán a Cataluña una comunidad todavía más pobre y conflictiva.
VOX no sólo ha roto el cordón sanitario que le han creado los demás partidos, incluyendo al PP y Ciudadanos, sino que ha penetrado en el corazón y la mentalidad del pueblo trabajador catalán, que tradicionalmente ha votado a la izquierda.
VOX tiene también la oportunidad de proyectar, desde Cataluña a toda España, la imagen de un partido radical en sus propuestas y soluciones, pero constitucional y pacífico en su comportamiento, lo que deslumbrará y ayudará a ganar votos.
El gran riesgo para VOX ahora es que los demás partidos, al comprobar que su crecimiento es imparable, sucumban a la tentación de ilegalizarlo, una salida tiránica e indecente que algunos partidos ya contemplan.
Hace años, cuando VOX irrumpió con éxito en la política española, este blog Voto en Blanco afirmó que el verdadero éxito de VOX llegaría cuando empezaran a votarle los trabajadores de los barrios pobres de las ciudades. Eso ya ha ocurrido en Cataluña y VOX tendrá a partir de ahora una autopista abierta para crecer en toda España, por mucho que los partidos adversarios sigan elevando los muros de su boicot.
Los resultados cosechados en Barcelona ciudad, donde la candidatura de Ignacio Garriga obtuvo su mayor voto, fue logrado con un apoyo similar en los barrios de menor renta familiar per cápita y en los de mayores ingresos.
VOX logró el 11,28% del total de votos de Barcelona ciudad en el distrito de Sarrià-Sant Gervasi, el de mayor renta familiar per cápita (40.022 euros) de todos ellos. Aquí la formación de Garriga y Santiago Abascal sumó 7.968 sufragios. Y seguidamente, el segundo distrito donde más respaldo obtuvo, fue Nou Barris, el de menor renta per cápita (12.045 euros). En concreto, Vox logró un 9,44% de los sufragios, o lo que es lo mismo, 5.010 papeletas en esta agrupación de trece barrios (Vallbona, Ciutat Meridiana, Torre Baró, Trinitat Nova, Roquetes, Canyelles, Verdún, La Prosperitat, Guineueta, Porta, Can Peguera, El Turó de la Peira y Vilapicina i Torre Llobeta).
Parece un milagro, pero si se analiza con frialdad es lógico. El rechazo a la inseguridad, a la invasión de inmigrantes ilegales y a la colonización de la ciudad por mafias y bandas delictivas es similar en los barrios pobres y en los ricos, del mismo modo que son también ben acogidos los mensajes de VOX que abogan por una política dura contra los corruptos y ladrones, sobre todo de los políticos.
De un análisis profundo de los resultados se deduce que los partidos independentistas, a pesar de haber ganado, están muy agotados en sus discursos y sus votos no han sido tantos. Si la gente indignada y harta de política ineficaz y corrupta no se hubiera quedado en sus casas, los golpistas habrían retrocedido de manera humillante.
En Nou Barris, el distrito más pobre, Vox fue cuarta fuerza en los comicios de este 14 de febrero superando a Junts, Ciudadanos, PP, la CUP y PDeCat, mientras que en Sarrià-Sant Gervasi, el más rico, la candidatura de Garriga ocupó el mismo puesto con Junts, PSC y PP por delante.
Como distrito de extrarradio, Nou Barris recibió inmigración obrera de distintos puntos de España en los años 60 y 70 y en las últimas décadas también acogió a población latinoamericana, que ya vive integrada. De ahí que el mensaje de VOX contra la inmigración irregular y a favor de aquella que reside en el país legalmente, con la que España comparte lazos culturales, haya surtido aquí efecto a tenor del respaldo obtenido.
Igualmente, Vox ha sacado rédito a su promesa de lucha contra la delincuencia y la inseguridad, responsabilizando a la alcaldesa de Barcelona, Ada Colau (En Comú Podem), de pasividad en este sentido. Los robos y las agresiones son frecuentes en algunos barrios de este distrito, como Ciutat Meridiana, donde han tenido lugar protestas ciudadanas al respecto contra las autoridades municipales por su inacción.
Los menas han ayudado a VOX más que su propaganda y sus discursos. Los barceloneses están hastiados de soportar a esos jóvenes, muchas veces arrogantes y violentos, en sus ciudades, vagos y amenazantes.
Los okupas son otros que trabajan para VOX. El Nou Barris es uno de los principales distritos afectados por las okupaciones ilegales de viviendas, según los datos de los Mossos d’Esquadra. El propio Garriga responsabilizó en campaña a la inmigración ilegal, incluyendo aquí a los «menas» de la violencia contra las mujeres y de las okupaciones de las casas. «Mientras los hosteleros se arruinan, los inmigrantes se bañan en las piscinas de los hoteles de Canarias» antes llegar a la Península, denunció.
A todo ello se une que también la pandemia de coronavirus ha sacudido fuerte a estos barrios más pobres de Barcelona. Y precisamente, Vox centró buena parte de su discurso de campaña en denunciar los estragos que tanto el candidato del PSC, Salvador Illa, siendo ministro de Sanidad, como el Govern de Junts y ERC, ha causado a la población catalana por su nefasta gestión de la crisis sanitaria, económica y social.
En declaraciones a la prensa este lunes, El cabeza de lista de Vox a las elecciones de este 14-F, Ignacio Garriga, ha asegurado que «nada será igual» en Cataluña tras la irrupción de su partido con 11 escaños en el Parlament. «A partir de hoy empezamos a escribir una nueva historia en Cataluña, donde Vox va a dar voz a muchos catalanes», ha recalcado Garriga en la valoración de los resultados electorales.
VOX es, a partir de hoy, la esperanza de muchos catalanes, como lo fue de muchos andaluces que deseaban acabar con la corrupción endémica y el clientelismo ruinoso del PSOE.
Pero los 11 diputados de VOX en Cataluña tendrán una proyección mediática muy superior a la que obtuvieron en Andalucía. Serán el Caballo de Troya de la Constitución en la Tierra Hostil catalana, coto de golpistas, independentistas y agitadores llenos de odio a España.
Francisco Rubiales
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