Voy al supermercado y así me ve el dermatólogo…

La cadena de supermercados americana Wallgreens acaba de sacar un nuevo producto para ofrecer a sus clientes: una consulta de teledermatología. Por 59 dólares puedes mandar tu problema de piel, tus fotos, tus informes, y en menos de 24 horas un dermatólogo te hace un diagnóstico y un plan de tratamiento.
La iniciativa acaba de ser publicada en los medios americanos y es un ejemplo de cómo las nuevas tecnologías están cambiando la medicina tradicional.
La plataforma de teledermatología que utilizan es DermatologistOnCall. Esta página web lleva años realizando teledermatología a través de su web con un porcentaje de satisfacción alto ya que según ellos más del 90% de sus pacientes recomendarían la consulta a un amigo o familiar.
El acto médico, la relación médico-paciente, lleva sin cambiar de forma significativa más de 2000 años. Parece que ahora con las nuevas tecnologías el paciente puede tener acceso a un diagnóstico y un tratamiento dermatológico más rápido. 
Es cierto que la dermatología es una especialidad muy visual. Sin embargo no tengo claro que la seguridad y la precisión de este tipo de consultas sea tan alta como visitar a un dermatólogo en persona. Y sobre todo se pierde la “magia” del acto médico, la relación médico-paciente, el tratar no solo la enfermedad sino también el enfermo. La visita dermatológica personal lógicamente es mucho más completa y eficaz. En muchas ocasiones hemos diagnosticado un cáncer de piel a un paciente que venía a la consulta por otro problema dermatológico.
Por otro lado hoy todos los dermatólogos hacemos teledermatología. Los dermatólogos tenemos nuestros móviles repletos de fotos de pacientes, amigos y familiares que nos consultan diariamente sobre distintos problemas dermatológicos y en muchas ocasiones podemos ayudarles a través de la red.
Al final será como todo: habrá una buena y una mala teledermatología. Es una interesante alternativa pacientes que no pueden o no quieren ir al dermatólogo. No podemos parar el empuje de las nuevas tecnologías. Pero tenemos que usarlas de la forma adecuada, para mejorar la vida de nuestros pacientes. 

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