En declaraciones al canal ruso de televisión Rusia Today, transmitidas el 18 de julio de 2014, el viceministro ruso de Defensa se preguntó qué fue lo que condujo a ciertos países occidentales, «menos de 24 horas» después de los hechos, a la conclusión de que Rusia pudiese estar implicada en el incidente del avión de pasajeros de la Malaysia Airlines, que costó la vida a cerca de 300 pasajeros el 17 de junio.
Después de observar que nadie ha presentado pruebas concretas que confirmen esas alegaciones, el viceministro ruso de Defensa estimó que estas últimas son resultado «de una guerra mediática contra la Federación Rusa y sus fuerzas armadas».
El viceministro Anatoli Antonov formuló en su entrevista 10 preguntas «simples» dirigidas a Kiev y sobre las cuales los medios de prensa atlantistas guardan el más absoluto silencio:
1- Inmediatamente después de la tragedia, las autoridades ucranianas atribuyeron naturalmente la responsabilidad a las autodefensas [de los federalistas]. ¿En qué se basan esas acusaciones?
2- ¿Puede Kiev proporcionar detalles sobre el uso de sus rampas de misiles Buk [un sistema de defensa antiaérea que se compone de misiles tierra-aire dependientes de un complejo módulo de radar que permite seguir varios blancos aéreos simultáneamente] en la zona de hostilidades? Y –elemento esencial– ¿por qué desplegó esos sistemas [de defensa antiaérea] si los insurgentes no disponen de aviones?
3- ¿Por qué las autoridades ucranianas no hacen nada por formar una comisión internacional?
4- ¿Aceptarían las fuerzas armadas ucranianas que investigadores internacionales hagan un inventario de sus misiles aire-aire y tierra-aire, incluyendo los que han sido utilizados?
5- ¿Tendrá acceso la comisión internacional a los datos sobre los movimientos de los aviones de guerra ucranianos correspondientes al día de la tragedia?
6- ¿Por qué los controladores aéreos ucranianos autorizaron el avión a apartarse de la ruta regular que se utiliza hacia el norte y a acercarse a la llamada «zona de la operación antiterrorista»?
7- ¿Por qué el espacio aéreo sobre la zona de guerra no fue cerrado a los vuelos civiles a pesar de que esa zona ni siquiera estaba enteramente cubierta por los radares de los sistemas de navigacion?
8- ¿Qué puede decir oficialmente Kiev sobre los comentarios publicados en las redes sociales por un presunto controlador aéreo español que trabaja en Ucrania sobre la presencia de 2 aviones ucranianos que supuestamente volaron junto al Boeing 777 sobre el territorio de Ucrania?
9- ¿Por qué el Servicio de Seguridad de Ucrania [SBU] comenzó a trabajar con las grabaciones de las comunicaciones entre los controladores aéreos ucranianos y la tripulación del Boeing y con los sistemas de almacenamiento de datos de los radares ucranianos sin esperar por los investigadores internacionales?
10- ¿Qué lecciones aprendió Ucrania del incidente similar ocurrido en 2001, cuando un avión ruso [también de pasajeros] Tu-154 se estrelló en el Mar Negro? En aquel entonces, las autoridades ucranianas negaron cualquier implicación por parte de las fuerzas armadas de Ucrania hasta que una evidencia irrefutable demostró oficialmente que Kiev fue el culpable.
Antes de las declaraciones del viceministro, el ministerio ruso de Defensa había revelado que 27 sistemas de defensa antiaérea Buk M1 pertenecientes al ejército ucraniano estaban desplegados en la región antes del incidente.
El ministerio ruso de Defensa había anunciado también que el itinerario del avión de pasajeros y el lugar donde cayeron los restos se encuentran dentro del radio de acción de 2 baterías antiaéreas ucranianas de largo alcance y de 3 sistemas de misiles tierra-aire Buk M1, también ucranianos, y que instalaciones rusas habían registrado el funcionamiento de un radar ucraniano antiaéreo el mismo día de la catástrofe.
Sin embargo, ninguna de esas informaciones divulgadas oficialmente por Rusia han sido mencionadas en la prensa atlantista. Esa prensa tampoco parece haber juzgado interesantes las declaraciones del fiscal general de Ucrania, Vitaly Yarioma, quien reveló horas después de la catástrofe aérea que los militares ucranianos habían comunicado al presidente Porochenko que los rebeldes federalistas nunca llegaron a apoderarse de sistemas ucranianos de misiles antiaéreos.
Mientras tanto, el estruendo mediático alrededor de la catástrofe del vuelo MH17 y la constante difusión de las imágenes del lugar de la tragedia por la televisión y la prensa dominantes permiten desviar la atención del hecho que Kiev prosigue su ofensiva contra las ciudades de Lugansk y Donetsk, donde numerosos civiles ya han encontrado la muerte bajo el fuego de la artillería ucraniana.
Publicado por Red Voltaire 21 de julio de 2014