Nuestra escapada valenciana ha hecho un poquito más intensas las vacaciones. La compañía era inmejorable y además la visita de la mano de un autóctono siempre es más auténtica. Hemos disfrutado de la ciudad, de la albufera, de las calas secretas... Una desconexión breve pero intensa. Además, siempre que salimos al mundo los cuatro juntos volvemos con historias para no olvidar jamás.Los que me seguís en instagram ya sabréis cómo hemos disfrutado. Cámara en mano siempre y capturando todo aquello que las retinas han memorizado, pero que he deseado que la tecnología retuviera también para mí. Variedad de paisajes, de colores, de olores, de recuerdos... ¡postales para siempre!
Tras el viaje, y con la llegada de septiembre, empieza un nuevo año. Después de un verano cargado de labor, de mucha lectura, de escapadas, de amigos, de cuidar gatitos… llega un nuevo curso y con él la rutina. Rutina que sabéis que me agrada y que me es necesaria, que me centra y me organiza. No os diré que ha sido un verano loco, también lo he tenido organizado, tal como es una. Pero septiembre indica un “volver a empezar” como el 1 de enero el año nuevo, o el 1 de mayo la nueva edad. Es otra manera de iniciarse, de brindar por lo que llega, de apostar por superarse, siempre.
La siguiente foto refleja bien el hecho de la rutina, del control… la simetría pura. Un edificio cercano a la Ciudad de las Artes y las Ciencias de Valencia que me fascinó. Le hice mil fotos. ¡Refleja tanta exactitud! Nada al azar. Aunque este nuevo curso, prometo no contar tanto, no controlar demasiado, no planificar en exceso, dejar fluir, dejarme llevar, despeinarme…
Antes de irme infomaros que estamos de renovación en el blog. En el inicio tendréis 4 pestañas: la del blog, la de "labores" que os dirigirá a los posts laneros, la de "historias" para ir directos a mis plays y la de "lecturas" dónde os colgaré los libros que vaya leyendo. Por eso el cartelito de "reformas". Estamos en ello, gracias por vuestra paciencia.Feliz curso 2015-16.