Artículo escrito por: Manu Azpicueta (@MAzpikueta)
El Barça regresa a Londres. La ciudad donde se empezó a gestar el primer triplete del fútbol español. Todos tenemos todavía en la retina el golazo de Iniesta que supuso el pase del Barça a una final de Champions en la que acabaría imponiéndose en París al Manchester United, vigente campeón por aquel entonces.
Esta vez la eliminatoria arranca en Stanford Bridge, por lo que el Barça podría tener incluso más ventaja de cara a la vuelta en el Camp Nou. Además, el Chelsea no es ni mucho menos el de hace 3 años. Es un grande venido a menos que mantiene su columna vertebral formada por Cech, Terry, Lampard y Drogba.
Todo apunta a que el marfileño será titular en detrimento de Fernando Torres, al que, por cierto, se le daba muy bien el Barça en sus tiempos como colchonero. El que sí estará es Mata, toda una bocanada de aire fresco para el Chelsea esta temporada, y uno de los jugadores a temer, ya que todo el juego ofensivo de los “blues” pasa por sus botas.
En cuanto al Barça, Pep Guardiola, al igual que hizo Mourinho frente al Bayern, no se guarda nada antes de la visita del Madrid del próximo sábado. El partido es tan importante, o más que el Clásico, ya que pase lo que pase el Madrid saldrá líder del Camp Nou, pero un buen resultado fuera de casa puede dejar muy encarrilado el pase a la que sería la segunda final para el Barça esta temporada-La otra es la de Copa frente al Athletic.
Ganar en Stanford Bridge y llegar a la final sería una excelente forma de “cerrar el círculo”. Guardiola no quiere renovar, sólo la presión popular-jugadores incluidos- le haría seguir. De modo que llegar a Múnich y ganarlo sería la excusa perfecta para que Guardiola dijera “Se ha cerrado un ciclo”. Por partidos como este Guardiola no ha dicho nada de su renovación.