Vuelta a los placeres de la vida

¡Se me pasa el tiempo volando! Seguro que os identificáis…

Está una tranquilamente celebrando las navidades y disfrutando del invierno cuando, en lo que parece el minuto siguiente, llegan los exámenes de la universidad sin previo aviso y, no contentos con eso, el mundo no solo no se detiene para que hagas los exámenes y vuelvas con calma a la normalidad, sino que al terminarlos todavía tienes que ponerte al día con todo el trabajo que se quedó por hacer mientras tú tratabas de averiguar si los romanos en las antiguas hispanias se regían por el código de Eurico o si era, en cambio, el de Leovigildo…

En fin, que he estado inmersa en el estudio de estos – y otros – temas tan trascendentales para la existencia humana y, previendo la imposibilidad de mantener un mínimo de actividad el el blog, y a pesar de tener alguna reseña ya preparada, decidí tomarme un respiro por aquello del deber y del placer, y de cuál debe una anteponer en cada caso.

Vuelvo ahora llena de energía y con muchas ganas de hablaros de los libros tan maravillosos que he leído en la época de exámenes, pues últimamente me viene sucediendo que leo las mejores novelas del año precisamente cuando no debería engancharme a ninguna, de sorteos que llegarán en poquísimos días, y de otras muchas cosas de las que hablaremos largo y tendido, como por ejemplo el desayuno que tenéis pensado preparar para el próximo readathon

Que vuelvo, digo, para encontrar un poco de paz mental después de este maratón que tiene lugar en el mes del amor.

Espero que tengáis un buen fin de semana.