Soy el primero en decir que lo que sucedió el pasado tour con Alejandro Valverde es una auténtica injusticia. Vetar a un ciclista que ha pasado todos los controles antidoping limpio me parece una temeridad. Se imaginan a la Guardia Civil deteniendo a conductores a la salida de la discoteca sin hacerles pasar el control de alcoholemia alegando que en esos recintos se bebe alcohol… Bueno, pues eso es comparable con lo que han hecho los italianos con Valverde.
Esa idiotez del CONI ha sido contestada con una pataleta por parte de la Vuelta a Murcia. Los organizadores de este certamen, que se disputa en la Región de nacimiento de Valverde, han excluido a los equipos italianos. Una estupidez comparable a la que han hecho con el ciclista.
Si ya pagaron justos por pecadores en el caso de Valverde, ahora son los ciclistas profesionales de equipos italianos quienes van a sufrir la exclusión en una vuelta por etapas. El director de la Vuelta a Murcia, Paco Guzmán, se excusa: “Puede que nos equivoquemos, pero a mí no me gusta nada ver cómo se ha tratado a Valverde y que una sanción le impida competir en Italia. Por eso, aquí no van a venir los italianos”. Otra comparación, es como si en un viaje a Italia te trata mal un italiano y tu piensas que todos los italianos son idiotas. Una nueva estupidez.
Por otra parte comprendo que desde Murcia se quiera apoyar a Valverde y a ayudarle en su injusta sanción, pero, todo lo bien está bien. Las injusticias no se combaten con más injusticias, eso lo deberían aprender los señores organizadores de la Vuelta a Murcia.