Septiembre siempre llega cargado de emoción y con él, un nuevo curso. Para muchas familias, supone un regreso a la rutina tras el verano, con madrugones, mochilas nuevas y reencuentros con compañeros y profesores. Para los niños y adolescentes, es un momento de ilusión, pero también de nervios e incertidumbre. Retomar horarios, reencontrarse con responsabilidades y adaptarse a cambios como nuevos cursos, profesores o incluso centros puede generar emociones intensas.
Acompañar este proceso desde la calma y el respeto es clave. La vuelta al cole no debería ser solo una cuestión logística, sino una oportunidad para reforzar la confianza, la autonomía y el bienestar emocional de los niños y jóvenes.
En Infantil: seguridad, rutinas suaves y vínculo afectivo para el nuevo curso
Para los más pequeños, la adaptación es un reto enorme. Algunos inician su etapa escolar y se enfrentan por primera vez a separarse de sus figuras de apego. Otros regresan tras el verano con cambios en el aula o nuevos compañeros.
- Crear rutinas progresivas ayuda a aportar seguridad. Adelantar poco a poco horarios de sueño y comidas antes del inicio de curso facilita la transición.
- Validar emociones es fundamental: llorar, tener miedo o mostrarse reacios es normal. Escuchar sin juicio y acompañar con afecto fortalece su confianza.
- Fomentar pequeños rituales de despedida como un abrazo especial o una frase cariñosa y permitirles llevar objetos significativos contribuye a que se sientan seguros.
- La comunicación fluida con los docentes ayuda a crear un entorno de confianza y colaboración.
En Primaria: autonomía, organización y confianza
En esta etapa, los niños comienzan a asumir más responsabilidades. Acompañarles para que ganen
autonomía sin sobrecarga es fundamental.
- Involucrarlos en la preparación del material escolar les da sensación de control y compromiso.
- Establecer normas claras y flexibles sobre organización de tareas y horarios, fomentando que ellos participen en las decisiones.
- Mantener un canal abierto de comunicación con el tutor permite detectar dificultades tempranas y trabajar en equipo familia-escuela.
- Promover momentos de ocio y actividades físicas para equilibrar el esfuerzo académico y el bienestar emocional.
En Secundaria: escucha activa y acompañamiento emocional
La adolescencia añade complejidad al regreso a clases: relaciones sociales más intensas, mayoresexigencias académicas y búsqueda de identidad.
- Escuchar más que dirigir es la clave. Dar espacio a sus emociones sin minimizar lo que sienten fortalece la relación de confianza.
- Ayudarles a planificar su tiempo sin imponer, orientando en hábitos de estudio, sueño y autocuidado.
- Validar su necesidad de independencia y equilibrarla con límites claros y coherentes les aporta seguridad.
- Fomentar redes de apoyo: animarlos a participar en actividades deportivas, culturales o grupos de interés favorece su bienestar emocional.
Preparar juntos el regreso al cole, revisando materiales, uniformes y libros puede convertirse en un momento compartido que genere ilusión. Ajustar los horarios gradualmente ayuda a evitar cambios bruscos que afecten al descanso, y valorar el esfuerzo más que los resultados refuerza su motivación y autoestima. Además, crear un ambiente emocional seguro, tanto en casa como en el aula, facilita que los niños y adolescentes expresen sus miedos y preocupaciones con confianza.
La vuelta al cole no solo es un reto para los niños, sino también para las familias y el profesorado. Cada septiembre nos brinda una nueva oportunidad de crecer, aprender y conectar. Acompañar desde el respeto, con empatía y paciencia, permite que este inicio de curso se convierta en un punto de partida lleno de confianza y bienestar para toda la comunidad educativa.
¡Acompañar desde el respeto y el cariño siempre marca la diferencia!
Marta Lli
Directora del Dpto. de Psicología y Orientación Escolar
La entrada (Vuelta al cole: Cómo acompañar a niños y adolescentes en un nuevo curso), se publicó originalmente en Orientablog
