Revista Maternidad

Vuelta al cole: Equipados, listos… ¡Ya!

Por Qhacerconninos @QHacerConNinos
Vuelta al cole: Equipados, listos… ¡Ya!

Aunque conocemos, de sobra y con antelación, la fecha del inicio del curso escolar (en Madrid, 6 de septiembre en las escuelas infantiles, el 7, en educación infantil y primaria, y el 8, en secundaria y bachillerato, y en el resto de las comunidades autónomas varía, pero es en torno a esas mismas fechas), siempre nos pilla el toro. "Esta tarde o noche tengo que forrar los libros, ¡horror!, y no son pocos". La frase la repiten cada año padres y madres un día antes de la vuelta al cole. Adelantemos el pistoletazo de salida unos días -hay tiempo- y organicemos su equipo escolar. Con ellos, claro; hay que implicarlos para que el retorno a las aulas sea más agradable.

Y ya que hemos empezado hablando de los libros, la tarea de forrarlos se hace más fácil entre dos. Lo mejor, elegir papel plástico, mucho más duradero, y cinta adhesiva, para ajustarla bien a las contraportadas. Para evitar que se formen burbujas de aire, la participación de los niños es imprescindible; él/ella sujeta el plástico muy estirado, mientras papá o mamá cortan y doblan.

La mochila: ¿con asas o con ruedas?

Imprescindible. Sustituyó con éxito a nuestras antiguas carteras, pero su elección es importante. La vuelta al cole siempre sale por un pico, pero merece la pena invertir en salud y prevenir problemas. Son muchos los niños que se quejan de dolor de espalda a los pocos días de iniciar las clases; un 50% de los menores de 16 años tienen dolencias. Para evitarlo os proponemos algunas ideas.

La mochila de espalda debe tener un peso máximo del 10/15% del peso del niño. Las correas o asas -dos y no una- tienen que ser anchas y acolchadas, y si tienen una tercera correa-cinturón que se abroche a la cintura o al abdomen, mejor. La mochila debe ocupar el espacio que va de los hombros a la zona lumbar, en la que debe reposar -la mochila muy pegada a la espalda- el mayor peso. Pensemos en que el contenido pesa alrededor de los 7-8 kilos. Aligeremos; no es necesario llevar todos los días todos los libros. También es fundamental indicarles que se la descuelguen bien; las dos asas a la vez.

Es importante que ellos opinen. Los más chiquitines, sin duda, optarán por las que llevan impresas las imágenes de sus héroes favoritos, y no siempre son las mejores. Pero hay solución. Es preferible elegir una de calidad (que dure más de un curso y se adecue a las condiciones antes señaladas) y decorarla con pegatinas de sus ídolos.

En cuanto a las mochilas trolley o con ruedas, las ventajas son muchas. Si se opta por ellas, hay que elegir las de tela (no tipo maleta) y asegurarse de que el asa-tirador se sujeta bien y no se baja cada dos por tres en el trayecto al cole. La desventaja de este tipo de mochilas son las escaleras; muchos centros educativos las tienen en el acceso al edificio o en el interior.

Calzado, la elección más importante

Pues sí, un mal calzado puede provocar juanetes, eccemas, pie de martillo, papilomas y también dolores de espalda. Es importantísima la calidad: piel o cuero (en primavera, puede ser de tela). Volvemos a lo mismo; son más caros, pero merece la pena el gasto porque invertimos en salud y también resultará más duradero. La altura lateral del zapato debe llegar justo debajo del tobillo. Se recomienda que lleve cordones o tiras con hebilla, y para los chiquitines, cierres con velcro. Mejor planos o con poco tacón, y nada de plataformas, por bajas que sean, para las niñas. Las botas son más calentitas, pero tienen que tener una caña muy flexible para facilitar el juego del tobillo.

A la hora de la compra, se recomienda que -aunque ahora haga calor- los peques se prueben los zapatos con calcetines y, mejor por la tarde, cuando los pies están más hinchados. Hay que tener en cuenta que la parte del calzado que cubre la parte delantera del pie debe ser ancha y que hay que dejar entre medio centímetro y un centímetro libre desde el dedo más largo. Pero nunca hay que comprar una talla mayor a la que use el niño. Esto es habitual entre la elección de calzado para los más pequeños, porque su pie crece más de un curso a otro, pero es un error ya que entre los 2 y los 8 años es cuando se desarrolla más el pie y, con un zapato grande, los niños pueden sufrir molestias.

Estuches, carpetas, lápices..., en orden y ligeros

Un paso previo a estas compras es consultar en el centro educativo si han elaborado una lista del material necesario. Para aligerar peso en la mochila, los estuches más recomendados son los de tela con cremallera. Es cierto que son más prácticos los de caja de metal con gomas para separar lápices, pero es preferible llevar dos de tela: uno para lápices y otro para pinturas o rotuladores, y los crayones o lápices de cera, en su cajita de cartón. El mejor lápiz es el de forma triangular, sobre todo para la mejor sujeción en los dedos de los más pequeños. La goma de borrar, sin duda, mejor alargada. Las carpetas más indicadas son las de tapa dura con anillas (para aprovecharlas más con el cambio de las hojas de papel) y de distintos colores y con separadores (con estos últimos se evita llevar más de dos carpetas al día).

Prendas escolares, elección práctica

Hay muchos colegios que imponen el uso de uniforme -algo que no a todos los niños les gusta, pero que resultan muy prácticos y evitan a los padres quebraderos de cabeza a la hora de decidir la ropa que llevan al cole-. Eso sí, los peques manchan la ropa -normal, juegan- y, por tanto, es recomendable contar con otro uniforme de repuesto o, al menos, con tres camisas o polos. Si no llevan uniforme es recomendable que usen prendas de buen algodón para llevar debajo de las chaquetas o jerséis, de los que se pueden desprender si en las aulas hace calor. Los niños pueden (y deben) participar en su elección; en el color y el diseño.

La ropa para gimnasia o para practicar deporte es solo para el gimnasio, la cancha o el campo de fútbol, y nunca se debe llevar todo el día. El mismo consejo vale para las zapatillas deportivas; solo en los meses más cálidos se puede hacer una excepción con estas últimas.

La elección de ordenador o tablet merece capítulo aparte. Hablaremos de ello.


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