Cuando te dedicas a la infancia y te conviertes en un monitor polivalente (haces muchas cosas diferentes y con diferentes edades), te vas especializando en diferentes disciplinas del ocio. Esto te lleva a mejorar en la manera que tratas a tus clientes, saber mejor qué buscan y que esperan encontrar; pero siempre tenemos espinitas que quedan en las que no se han vendido, ofrecido o asesorado de la manera mas adecuada. Esto pasa en mas ocasiones de las que pensabas, cuando vienen niños a las actividades extraescolares en multitud de estos casos no se hace lo adecuado para vuestra elección y como consecuencia, el niño que se aburre y no debería de estar en esa extraescolar. Fue un fallo que lleva hasta este día... pero hasta que, con unas sencillas pautas, mejoramos este aspecto...
- Preguntarle que le gusta es la mejor opción. No llevemos a la improvisación la elección de una extraescolar, lo mas fácil y efectivo es preguntarle al niño. Si nos dejamos llevar por lo que creemos que le gustará, que necesita, es posible que acertemos pero, también que podamos llegar a conseguir que no le guste. Las extraescolares son una actividad extra que fortalecerá aptitudes del niño, pero no podemos dejar de pesar que es su tiempo de ocio.
- Ayudar a elegir al niño. Muestra las opciones que existen en tu centro y explícale en que consisten, como va a aprovecharlas y sobre todo porque va a tener que ir a esa extraescolar. Las imposiciones no son buenas amigas de los niños.
- El primer problema es la saturación extraescolar. Sí, padres y madres, los niños tienen que descansar su desarrollo cerebral, suenan vientos de cambio en los que no se les satura tanto educación y no va a ser menos en su tiempo de ocio. Los peques de la casa, como nosotros, necesitan sus horas libres. Padres y madres, relazas de vuestras cosas, denles unas vacaciones de tanta extraescolar, arte, ciencia, deporte, ¿pensamos que vamos a crear superniños? tiempo muerto, recordar que son minipersonas, que necesitan cosas diferentes a nosotros. Elegir y disfrutar las extraescolares, pero no se les puede tener 10 horas semanales sumergidos en mas y mas de lo mismo que lo que se encuentra en los horarios ecolares.
- Cuando todo falla, ¿qué hacer?. Para un sector de actividades extraescolares, gestionar una alta o baja o un cambio, resulta la rutina diaria del trabajo. Si no habéis acertado y el niño acaba en esa espiral pena y aburrimiento porque no le gusta lo que hace, la mejor opción es cambiar lo antes posible, mantener la moral alta es imprescindible para un niño.
Sin duda, la mejor parte de la tarde tiene que ser que se diviertan, sin este aspecto, las próximas generaciones acabarán por no entender lo que significa el tiempo libre y/o de ocio.