Aquellos que, como yo, disfrutaron de los gloriosos tiempos del Chavo del Ocho y de la genialidad de Chespirito deben recordar este clásico episodio:
Bueno pues, no puedo sino pensar en el perro arrepentido después de haber leído un muy interesante texto del Vatican Insider titulado “Roma y la Teología de la liberación: fin de la guerra“. Ustedes pueden leer el artículo dándole click al link, pero no quiero dejar pasar la oportunidad de señalar algo. Hace pocos meses, en relación a la situación de la Pontificia Universidad Católica del Perú, este mismo medio (conocido por su línea muy conservadora y por su abierta oposición a la PUCP en el lío con el Arzobispado) llamaba a esta institución educativa “la universidad rebelde”. No sólo eso, sino que en una de sus últimas entradas en relación al tema, este noticiario católico descalificó a Mons. Müller dejando entrever que este había sido reprendido por el Secretario de Estado Bertone por su intención de reponer a los profesores de teología de la PUCP en sus puestos dada la prohibición de enseñar que habían recibido injustificadamente de parte del Arzobispo de Lima.
Hoy soplan nuevos vientos en Roma tras la valiente renuncia de Benedicto y la inesperada elección de Francisco. El Papa argentino está dando numerosos signos de renovación. Todo parece indicar, además, que Bertone saldrá de Roma y que Müller se queda fijo en su cargo. La refrescante presencia de Francisco es un jalón de orejas para el anteriormente irrespetuoso Vatican Insider. La fidelidad a Roma de estos conservadores católicos les obliga a cerrar la boca, a ceñirse el cinturón y a aceptar que si no han perdido la guerra, al menos ya tienen en contra una que otra batalla. No es poca cosa que después de haber llamado rebelde a la PUCP por tantos meses, hoy le devuelvan “espontáneamente” el título que aún conserva. No es tiempo de cantar victoria, sin duda no lo es; pero hay signos de esperanza. El retroceso del Vatican Insider es un claro signo de ello.