Revista Opinión

Vuelve la abstención y, en Barcelona, la brutalidad policial.

Publicado el 29 mayo 2011 por Santiagomiro
Voto blanco y nulo en las elecciones municipales.
Vuelve la abstención y, en Barcelona, la brutalidad policial.


Los votantes españoles que acudieron el domingo pasado a las urnas demostraron que lo que les ofrecían los políticos no les gustaba nada. Hubo 584.012 (2,54%) papeletas en blanco y otras 389.506 nulas (1,7%). En 2007, ya se había registrado un récord del voto en blanco con un 1,92%. En total, un 4,24% de sufragios de protesta, mientras que en las generales de 2008 esta suma no llegó al 2%. Si los inconformistas formaran un partido político, serían la cuarta fuerza, por detrás de Izquierda Unida, PSOE y PP y por delante de CiU. El voto en blanco y nulo subió en todas las regiones. Pero el voto nulo (que no se contabiliza como voto válido, a diferencia del voto en blanco, que sí se contabiliza) fue un caso especial e interesante en el sufragio. Suele ser utilizado por aquellas personas que quieren mostrar su disconformidad con la legitimidad del sistema o la protesta política por algún extremo concreto. Es, de alguna manera, un “anti-voto” que se usa como opción en lugar de la abstención, pues la abstención tiene el gran inconveniente de que no hace que se visualice la diferencia entre la abstención activa (aquellos que no han acudido a las urnas por motivos de conciencia) de la pasiva (los que no acudieron por pereza o desinterés). También en las autonómicas, en las que se suele votar más en clave nacional, el voto en blanco y nulo subió en todas las regiones.

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“Donde se ve mejor lo que ha pasado –escribe Arcadi Espada en sus Diarios– es en las simbólicas ciudades de Andalucía. Allí hay 29 asentamientos de más de 50.000 habitantes, que es un límite convencional para distinguir ciudad de pueblo. Los socialistas sólo han ganado en cuatro: Dos Hermanas, Alcalá de Guadaira, Utrera y Sanlúcar de Barrameda. Un gran amigo andaluz lo explica en términos maoístas: ‘Deben de haber emprendido la ruta de la ciudad al campo. Los seis millones de votos socialistas del 22 de mayo están insólitamente reñidos con la ciudad. Esto es una noticia relevante para aquel mantra tradicional que identificaba el progresismo con la ciudad y el conservadurismo con el campo”.

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Aduna, un pequeño pueblo guipuzcoano 451 habitantes, a unos 18 kilómetros de San Sebastián, se quedó sin nueva corporación después de que la mayoría de sus habitantes votaran en blanco. Situado en una colina sobre el río Oria, Aduna tiene una extensión aproximada de siete kilómetros cuadrados. Sin embargo, lo que no tiene es una nueva corporación municipal porque el único partido que se presentó a las elecciones, el PP, no logró el 5% de los votos marcados por la ley para poder entrar en un consistorio. De las 300 personas que votaron, 287 lo hicieron en blanco y sólo 12 optaron por los conservadores. Su alcaldesa, Arantza Aburuza, asegura que su intención es seguir. “Tenemos que hablar con la Diputación y con el resto del pueblo para ver lo que hacemos”, asegura la regidora en funciones, quien explica que “en su día" formaron parte de ANV, pero que ahora sus cargos son “personales” tras la ilegalización. “No podemos hacer nada en nombre de ANV”. Sin embargo, la alcaldesa asegura que, desde el Ayuntamiento, no se ha hecho campaña en favor del voto en blanco y que contemplaban como “una posibilidad” que el Partido Popular no obtuviera el 5% necesario. Los conservadores recuerdan el caso de Elduaien, donde tampoco pudo formarse un Ayuntamiento, siendo una gestora dependiente de la Diputación la que se encargó de suplir la falta de gobierno. En ese caso, la gestora eligió entre miembros de la localidad. Pero el caso de Elduaien es distinto del de Aduna. “En Elduaien se produjo una vacante después de haberse formado la corporación, mientras que en Aduna no ha resultado ningún concejal, por lo que continúa la anterior”, explican. En caso de que la actual corporación decida no seguir, se preguntan sí será la Diputación la que se haga cargo.

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José Luis Torres, ex párroco y nuevo alcalde (del PP), de Cómpeta (Málaga)

La noticia de la jornada electoral del pasado domingo era la aplastante victoria del PP y el hundimiento del PSOE. Pero hubo otras noticias que no saltaron a las portadas de todos los periódicos aunque sí llaman la atención. Por ejemplo, lo sucedido en la localidad de Cómpeta, en Málaga, en donde un sacerdote será alcalde después de arrasar con el 72,69% de los votos. José Luis Torres, un joven cura de 41 años, ya fue candidato a alcalde por el PP, hace cuatro años, y repetirá como regidor, tras superar la mayoría absoluta. José Luis ha vuelto a ser la promesa “popular” de estas elecciones. Polifacético –igual da el sermón del domingo que simula la crucifixión de Jesucristo en Semana Santa–, Torres abandonará el púlpito eclesial por el bastón de mando de Cómpeta. Sus ocho años al frente de la Parroquia de Nuestra Señora de la Asunción al menos le han servido atraer la confianza de los 3.700 habitantes de este municipio con 32 nacionalidades diferentes. Sin duda, jugó con la ventaje de ser un candidato “divino” que le ha venido al PP como anillo al dedo. Sus feligreses reconocen que ahora, desde hace cuatro años en que venció con 69% de los apoyos, es más famoso y le perdonan el que haya cambiado el púlpito y las misas por los bandos del consistorio.

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José Luis ya representó a Jesús crucificado en la Semana Santa.
José Luis Torres, recién elegido alcalde, repetirá como regidor tras superar la mayoría absoluta que ya logró hace cuatro años. En años anteriores ya representó a Jesús en la Semana Santa. Fue el párroco de Cómpeta, a 57 kilómetros de Málaga, desde finales de los años noventa y desde hace cuatro años tuvo que dejar a su rebaño. “Yo sigo siendo sacerdote –aclaró–, lo que pasa es que no ejerzo el ministerio sacerdotal; pero cuando lo crea conveniente, puedo volver”. Y tras haber recogido y dejado a las ovejas de su rebaño a buen recaudo, ahora se siente alcalde a todos. Hace cuatro años, cuando se presentaba por primera vez, dijo: “La política es noble y buena y eso no quita que haya políticos que se sirvan para su lucro personal y sus intereses. No hay ningún partido perfecto, pero, sopesando la balanza, el PP reúne una serie de cualidades, motivaciones y confianza en el futuro. A Cómpeta lo que le hace falta es un partido que apueste por el futuro”. Y hay quien piensa que acertó.

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Un vocal y un interventor del PP arremeten contra Irene de Lamo, con comentarios vejatorios y machistas.



Entre otros casos chocantes, el de Valdepiélagos (Madrid), en donde los siete concejales que se elegían eran del partido “Candidatura Independiente de Valdepiélagos” (CIV). En este municipio no se presentó otra candidatura. Ni PSOE ni PP. Sólo dos partidos, el CIV e IU, pero éste, con siete miembros en su lista, obtuvo cero votos. Al parecer, ni siquiera se registró el voto de sus propios candidatos. En cambio, la localidad segoviana de Cabañas de Polendos, el partido de los Verdes consiguió una mayoría absoluta. De las 126 personas que votaron, 71 se decantaron por esta formación, que logró cuatro de los cinco concejales en juego. El resto fue para el Partido Popular, que obtuvo 48 votos. El PSOE se quedó en tan solo cuatro. Y en el pueblo albaceteño de La Roda, donde el PP gobierna con mayoría absoluta desde 1991, durante la jornada electoral, en el colegio Juan Ramón Ramírez un vocal y un interventor del PP arremetieron contra Irene de Lamo, de 19 años, y apoderada de IU “con comentarios vejatorios y claramente machistas”. Entre los insultos vertidos por un vocal y un interventor del PP, le dijeron que tenía que estar “fregando, barriendo y planchando” y la llamaron “cotorra” por reclamar que sólo el presidente de la mesa abriera los sobres, tal y como establece la Ley. Ante esta propuesta, los miembros del Partido Popular le increparon con “cállate, cotorra”. “¿Tienes novio?”, le preguntó el otro.

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Albiol y Sánchez Camacho en el mercado de Badalona.
A finales de abril, Xavier García Albiol (PP), aspirante a arrebatar la alcaldía de Badalona al PSC, hacía un discurso xenófobo que vinculaba inmigración e inseguridad. Albiol acudió al mercadillo semanal de La Salut en donde repartio, junto a la presidenta del PP catalán, Alicia Sánchez Camacho, un panfleto en el que aparecía una foto de rumanos de etnia gitana con la pregunta “¿Tu barrio es seguro?” El díptico combinaba cuatro palabras clave (inseguridad, suciedad, delincuencia e incivismo) con imágenes de gitanos y una fotografía que expresaba el rechazo de algún ciudadano hacia el colectivo: “No queremos rumanos”. Insistía en la frase: “Quien viva en Badalona debe adaptarse a nuestras costumbres”, y llamana “plaga” al colectivo de gitanos rumanos que “han venido exclusivamente a ser delincuentes”. No era un eslogan de ninguna campaña de los nazis de los años 30, era el de de un panfleto xenófobo que Albiol y la presidenta del PP catalán, Alicia Sánchez Camacho, repartieron por doquier.

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Panfletos contra la inmigración, repartidos por doquier.
El Juzgado de Instrucción número 2, de Badalona, admitió la querella contra Albiol, líder del PP en el municipio, por los folletos que vinculaban inseguridad e inmigración, en los que aparecía una fotografía con el lema “No queremos rumanos”. El Tribunal Superior de Justicia de Cataluña (TSJC) informó de que la readmisión a trámite de la querella se producía después de que la Audiencia hubiera estimado el recurso presentado por SOS Racismo de Cataluña y la Federación de Asociaciones Gitanas de Cataluña (FAGC). En el auto, la Audiencia argumenta que las expresiones proferidas por Albiol “atentan contra la fama y el honor de los gitanos rumanos que han venido a este país, por ello está justificado el admitir a trámite la querella”. La Audiencia considera que se trata de ponderar entre los derechos fundamentales en conflicto, puesto que “el derecho al honor puede quedar limitado por el derecho a la libertad de expresión, cuando se trata del programa de un partido político que accede a unas elecciones democráticas”. Albiol, que el pasado domingo ganó las elecciones en Badalona, niega ante el fiscal que las actuaciones del PP tuvieran una actitud xenófoba y racista, y asegura que su declaración se produjo “porque ICV y el tripartito no quieren que se hable de los problemas que están sufriendo los vecinos de Badalona”. Los folletos desataron las críticas de las principales entidades sociales en Catalunya, así como del Govern y formaciones del mismo.

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“Tras el fin del franquismo –escribe Qaesar en “El Ventano”, bajo el título ‘Un 1982, pintado de azul’–, la ciudadanía tardó solo siete años en quitarse el miedo a votar a la izquierda. Fue en 1982, cuando diez millones de electores llevaron en volandas hasta la Moncloa al Felipe González de la chaqueta de pana. Y, desde el momento de su investidura, el PSOE no ha dejado de alejarse de sus principios ideológicos. Ahora, han sido necesarios 30 años para que los ciudadanos se hayan atrevido a votar mayoritariamente al Partido Popular sin hacer caso a las infantiles advertencias lanzadas por los socialistas en todas las campañas electorales al grito de ¡'que viene la derecha'! Los partidos, en especial el PSOE, tratan a los electores como deficientes mentales, sobre todo en vísperas de elecciones. La ciudadanía ya no vota tanto por las infraestructuras que un gobierno levanta en su tierra, sino por las medidas que más afectan a su vida cotidiana. Hay una crisis económica, pero sobre todo hay una crisis social y política. Una crisis que se ha llevado por delante las más elementales normas de la ética, donde los políticos no ven, o no quieren ver, el desprecio que están originando entre la población. Y una clara respuesta a esta crisis ética ha sido el llamado movimiento 15-M, con sus gritos exigiendo una democracia real en centenares de plazas de todo el país. Los niveles de paro que sufren, la precariedad en sus trabajos, la ausencia de un futuro mínimamente digno, son motivos que les han sacado a la calle. Pero lo que más les revienta, lo que más odian, lo que ya no aguantan, es una democracia de principios del siglo pasado, unos partidos sectarios y cerrados que defienden a sus corruptos, unas formas de participación oxidadas y acartonadas”...

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“Quieren que se les escuche, no solo que se les oiga. Quieren que se les vea, no solo que se les mire. Se les llama despectivamente antisistema. Y son antisistema. Porque rechazan este sistema político y social basado en el artificio, en los eslóganes, en las frases redondas y vacías... En 1982 fue una marea roja la que inundó España. El pasado domingo, fue un tsunami azul el que ha pintado el paisaje. Una oleada dirigida por unos personajes de los que es muy difícil esperar una regeneración ética de la política, pero que puede contribuir a una refundación de la izquierda para que vuelvan a tener en cuenta el sentir de la ciudadanía”.

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“Mossos d’Esquadra” cargan contra los “indignados”, sentados en el suelo de la Plaza de Catalunya.

Y mientras se recuerdan los hechos más curiosos de las últimas elecciones, el viernes, en Barcelona, la Policía autonómica, o Mossos d’Esquadra, intentó, desde primera horas de la mañana, desalojar por la fuerza a los concentrados en la Plaza de Cataluña, registrándose más de 120 heridos (36, de la Policía). Unos 350 “mosos” armados con sus porras y sus armas y un centenar de agentes de la Guardia Urbana arremetieron contra más de 3.000 personas indefensas. Los “mossos” utilizaron la fuerza como algo natural en ellos y retiraron todas las carpas y objetos que los concentrados tenían en el centro de la plaza. Durante varias horas, continuaron dispersando a los manifestantes y avanzaron con las furgonetas de forma circular. Al comenzar a abandonar la plaza, algunos grupos de policías quedaron rodeados por numerosos manifestantes que les abuchearon y gritaron. Algunos de ellos se ensañaron contra los “indignados” que regresaron, desde las 13 horas, al centro de Barcelona, recuperando la plaza. Los heridos fueron trasladados a hospitales o ambulatorios. En un comunicado, el Colegio de Periodistas de Catalunya denunció que varios reporteros habían sido heridos por las cargas policiales, pese a estar debidamente identificados con el brazalete o chaleco que les acreditaba como profesionales de los medios de comunicación. El Colegio recordó que estos profesionales trabajaban para garantizar el derecho fundamental de la ciudadanía a recibir una información libre.

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Un 'indignado' es arrastrado y golpeado por varios Mossos.
Sobre las 12.30 horas, la Guardia Urbana logró desplazar a los concentrados y terminó de limpiar la plaza, lo que provocó que unos 800 manifestantes de todas las edades y perfiles, que seguían en los alrededores, rompieran el cordón policial para acceder al centro. Se registraron conatos de violencia y pequeñas cargas policiales. Poco antes, uno 200 acampados votaron en asamblea en contra de la actuación de los Mossos. Un reducido grupo intentó montar barricadas para dificultar la acción policial, pero fuero disuadidos por los propios 'indignados'. CCOO expresó su “firme indignación y protesta” porque, en los enfrentamientos entre policías y manifestantes, se lesionaron y agredieron a periodistas, cámaras y fotógrafos.

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Un agente de Policía levanta brutalmente del suelo a una “indignada”, sujetándola por el cuello.
Los casi 400 “indignados” acordonados y amenazados por la Policía, levantaron las manos en señal de protesta pacífica, pero, muy pronto, el ambiente de tranquilidad cambió radicalmente. Los Mossos d’ Esquadra desalojan a porrazos la Plaza de Cataluña, con la ayuda de sus porras y sus pelotas de goma. La Policía justificó la intervención por la final de la Champions y por motivos de salubridad. Y cargó violentamente contra los manifestantes que se resistieron. Los Mossos cargaron con porras y disparan pelotas de goma. Aunque, la versión del Director General de Policía de Catalunya, Manel Prat, ofrecida en el programa de Antena 3, Espejo Público, fue diferente: “Las cargas se han producido porque nos están impidiendo que los camiones de la limpieza hagan su labor”. Prat justificó la actuación diciendo que “algunos manifestantes se han encargado de boicotear los camiones de la basura al pinchar sus ruedas”. Además, negó que se hubieran lanzado pelotas de goma, matizando que se trataba de salvas (disparos al aire), aunque admitió que no había visto imágenes de lo sucedido. Y aseguró que desde la plaza “todo está siendo correcto”. Pero las imágenes y las grabaciones de las cámaras de televisión mostraban lo contrario: policías cargando violentamente con porras contra los manifestantes, personas heridas y visiblemente afectadas por la actuación.

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Un “mosso d'Esquadra” retiene en el suelo a un joven.

“No habrá desalojo –había afirmado Felip Puig, conseller del interior de la Generalitat – si no hay problemas de orden público”. Pero los jóvenes fueron brutalmente golpeados, apaleados, arrastrados e incluso –según la versión que ellos mismos dan– atropellados por una patrulla. Dos excusas policiales provocan este desalojo. La primera, la higiene. Una higiene que se llevó por delante tiendas de campaña, cocinas, ordenadores, equipos de música y megafonía, muebles. La Policía desmontó los talleres, la guardería, bibliotecas, comedores y todo lo que encontraron. Y pasó por encima de la comisión misma de limpieza que mantenía la plaza en perfecto estado. La otra excusa fue que se aproximaba el sábado y, si ganaba el Barça, las autoridades calculaban que habría medio millón de personas en Canaletas, plaza que está cercana a la acampada. Imaginaron que podría haber un peligro que los culés ocuparan y que también crearan problemas en la Plaza de Catalunya. Pero, en vez de poner los medios para evitarlo, prefirieron desaloja a los acampados del 15-M, como si estos fueran el peligro, por el simple hecho de ocupar la plaza cerca de la cual podría haber enfrentamientos. En la plaza de Lleida, desalojaron con mangueras de agua a presión. Y hubieran desalojado incluso la Plaza de Sol si hubiera caído más cerca y fuera catalana.

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Seis horas después de este vergonzoso e indignante asalto de las fuerzas policiales catalanas contra varios centenares de ocupantes, muchos de los madrileños deciden volver a la Puerta del Sol para mostrar su apoyo y solidaridad con los más de 120 heridos que había provocado la actitud de los Mossos d'Esquadra. Dos mil personas se concentran para solidarizarse con los acampados desalojados de la Plaza de Cataluña y de otros puntos de esta Comunidad como Lleida y Gerona. Gritaron consignas tales como: “Barcelona, no estás sola”, “Éstas son nuestras armas”, portando, puño en alto, unas flores, “Conseller, dimisión”… Cayo Lara, el coordinador federal de IU, expresó, por su parte, la condena de lo ocurrido. Mostró su repulsa a los disturbios provocados por la Policía en la Plaza de Catalunya y declaró que, a su juicio, “por higiene, había que desalojar a los banqueros y a algunos políticos y no a los acampados”.

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Un “mosso” agrede a un joven, en el suelo.

Toda la prensa catalana y nacional recoge la brutal intervención de los Mossos d'Esquadra en el intento de desalojo de los acampados en la Plaza de Catalunya de Barcelona, en la mañana del viernes. “Lo que hay que limpiar –titula Qaesar, en El Ventano– es la Policía”. Y prosigue con un artículo en el que dice: “Las fuerzas de seguridad, especialmente los cuerpos especiales como los antidisturbios, tienen demasiadas actuaciones propias de una dictadura. El populismo y la bisoñez de los políticos responsables es uno de los motivos, pero no el único. Mientras entre los mandos del Ejército y de la Guardia Civil ha entrado aire fresco, la Policía Nacional y, en menor medida, la Local, cuentan con demasiados responsables de ideología cercana al fascismo. Urge una limpieza a fondo de estos organismos, a la vez que una educación cívica y democrática de los agentes, entre los que abundan macarras, fanfarrones y machistas. Los problemas de higiene están en las ya viejas instituciones políticas, económicas y sociales del mundo occidental, no en los campamentos que inundan las plazas”.

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El Barça volvió a ganar la “Champions” en Wembley. El United se rindió a la superioridad del equipo catalán. Es la cuarta Copa Europa conquistada y la tercera de Guardiola

En la noche del sábado, se jugó el partido del Barça en Wembley, con la victoria catalana en la liga de Campeones. Medio centenar de personas que nada tenían que ver con los “indignados” de la Plaza de Cataluña, comenzaron a lanzar botellas y otros objetos contra un cordón policial en la calle Pelayo, cortada al tráfico por los Mossos d' Esquadra que cargaron contra el grupo. Pero los incidentes se limitaron a esta calle en la que se suelen celebrarse las victorias de equipo culé. Mientras tanto, en la Plaza de Catalunya siguieron los acampados, decididos a mantener su acción de protesta y se reclamó la dimisión de Felip Puig en una recogida de firmas que asciende a 40.000. Y, en Madrid, se produjo la descentralización del movimiento con celebración de asambleas en 41 barrios de Madrid y en 77 municipios de la Comunidad.

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El humor de esta semana viene precedido por una viñeta de Mel, seguida de otras de Forges, Erlich y otros.


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Territorio Vergara nos dibuja: Viva la democracia, Crisis, Muy diferentes, Después y En contra.
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Manel Fontdevila: En Barcelona, Lo que viene ahora, Test y A pie de calle.
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Y Pep Roig: Tres fechas para la historia, Mártir y Democracia a palos.
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Además, Pep Roig, promotor del Museo del Humor, recibió el Premio Mallorca Fantástica 2010 al Humor por su larga trayectoria dedicada a combinar el arte y el humor.




Les dejamos con este vídeo, registrado en Barcelona el 27 de mayo de 2011. Los Mossos d’Esquadra y Guardia Urbana desalojaron esta mañana el campamento de los “indigados” de la Plaza Cataluña.


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