Vuelve La Tensión Entre Rusia Y Estados Unidos En Siria.

Hace unos días el Ministerio de Defensa ruso denunció que se está preparando un nuevo simulacro de ataque con armas químicas en Siria  para justificar un nuevo ataque norteamericano contra infraestructuras y posiciones del ejército sirio. Para los miembros del ejecutivo ruso, los controvertidos cascos blancos habrían transportado sustancias tóxicas hasta almacenes controlados por los yihadistas que combaten al régimen de Al-Assad con el fin de llevar a cabo el ataque contra población civil para luego culpar al gobierno sirio. Precisamente esta ONG ha sido acusada de estar infiltrada por los servicios secretos británicos, y se ha responsabilizado a sus miembros de llevar a cabo el montaje del mes de abril, que propició el ataque aliado contra Siria.

Estados Unidos ha enviado recientemente un destructor cargado con 56 misiles de crucero a la zona de conflicto, lo que ha aumentado aún más las sospechas de que se está pergeñando un ataque contra Siria. Los rusos, por su parte, han mandado ya a parte de su flota para formar un escudo antimisiles que proteja a su aliado. De nuevo el riesgo de enfrentamiento armado entre las dos mayores potencias nucleares parece estar cercano. Por supuesto una escalada bélica entre rusos y norteamericanos puede devenir en una guerra nuclear, que sencillamente puede acabar con la vida en nuestro planeta.

Pese a haber ordenado dos ataques contra Siria, el presidente norteamericano Donald Trump, ha puesto de manifiesto su intención de acabar con la guerra en Siria, como cuando dijo que pretendía sacar a las tropas norteamericanas de Siria, pero curiosamente cuando se ha manifestado en ese sentido, ha tenido lugar un supuesto ataque químico atribuido al ejército sirio. Algo parecido sucedió en el 2017 cuando el presidente norteamericano se encontraba reunido con el presidente chino Xi Jinping. Ambos líderes han demostrado mantener una buena sintonía y estar dispuestos a cooperar, aunque en estos momentos China y Estados Unidos estén inmersos en una guerra comercial.

Es difícil de creer que al gobierno sirio le pueda interesar realizar ataques químicos contra población civil cuando va ganando la guerra, más aún cuando ha sido amenazado nada menos que por el ejército más poderoso del mundo de ser objeto de represalias si emplea dicho armamento. Pero parece ser que gran parte de la opinión pública occidental (al menos la española) acepta sin dudarlo las posturas que Tzvetan Todorov definiría como mesianismo político, por la cual se legitimaría cualquier intervención en cualquier país en aras de una supuesta defensa de los derechos humanos. El mundo vuelve a estar en tensión