Me decía un amigo que él no quiere saber nada de dioses, salvo los del Olimpo. Yo, ni de estos. Los únicos dioses que me interesan son los que me acaba de regalar Advocate hace un momento. ¡Para que luego digan que los dioses no existen! ¡Para que nos quieran convencer de que se puede vivir sin religión! ¡Benditos y alabados sean, ahora y por siempre!
Et in fécula feculorum, amén.
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