Las cintas presentadas fuera de concurso en Cannes no están convenciendo a la crítica. Como sucedió en la inauguración del festival con la épica Robin Hood de Ridley Scott, la secuela de Wall Street aprueba pero no sorprende lo más mínimo. La cinta apuntaba alto tras ser la primera secuela en la que se involucra el realizador y ver su fecha de estreno cambiada a septiembre para coincidir con la temporada de premios. Pues nada de nada señores.
Los asistentes destacan la falta de ritmo de la película y acusan a Stone de haber perdido toda la fuerza y la dureza que convirtió en un clásico al original para caer en el sentimentalismo barato. Eso si, como ya apuntaba el trailer -que podéis ver abajo- la interpretación de Michael Douglas debe cumplir todas las expectativas aunque no supere la del original de 1987 que le valió su único Oscar de interpretación.
Como siempre tendremos que ver el film antes de formarnos nuestra opinión pero parece que Oliver Stone continúa con la tendencia "cuesta abajo y sin frenos" que lleva dominando su carrera desde Un domingo cualquiera, estrenada hace ya 11 años. Por lo menos parece que Douglas si que ha resucitado.
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