Revista Cine
Oliver Stone tiene en su filmografía un abanico de largometrajes de lo más variado. A veces ha fracasado y otra veces ha coseñado éxitos. En 1987 "Wall Street" encumbró a Michael Douglas con el premio Oscar por esta película al olimpo de los actores más importantes gracias a un personaje: Gordon Gekko.
Han pasado veinte años y el financiero Gekko sale de la cárcel para toparse con una realidad: nadie le va a buscar, pero no importa. Gekko no pierde el tiempo y escribe un libro con todo lo acontecido en la cárcel, el escándalo financiero que le llevó a la cárcel y varias teorías sobre cómo multiplicar cien dólares por mil. Así de rotundo.
Jacob(Shia LaBeouf) es un joven pero inteligente financiero que se topa con la cruda realidad financiera, trapicheos, mentiras, y sobre todo un punto de inflexión que produce toda una serie de acontecimientos, entre ellos el encuentro con Gekko.
Visualmente, la película posee una excelente fotografía, la planificación es muy ágil y resulta muy sugerente para el espectador no familiarizado con las finanzas y cantidades desorbitadas que se llegan a manejar en una hora entre estos tiburones amantes del dinero.
Los actores de sobresaliente. Michael Douglas repite papel, Josh Brolin se afianza como uno de los actores más camaleónicos y Shia LaBeouf el valor en alza más claro de Hollywood.
Porque el dinero nunca duerme, en Wall Street conocerás la ambición desmedida, la deslealtad y todos los ingredientes para entretener al espectador durante dos horas y diez minutos.