Wally

Wally es un explorador que un dia mató a su mujer en una disputa doméstica.

Trató de echarle la culpa a un hombre manco, pero nadie le creyó. Fue condenado a morir colgado de las pelotas.

Escapó del coche patrulla y se mezcló con las aficiones de Atlético de Madrid que jugaba contra el Sporting de Gijón.

A partir de ahí empezó a seguirle el FBI y desde entonces está en paradero desconocido, siendo su hermana Wenda la encargada del caso.

Él busca por todo el mundo al hombre manco, pero aquel también va con camisetas rojiblancas y cualquiera lo encuentra.

Desde entonces hay muchos que aseguran haberlo visto. Son miles los niños que han sido citados en ruedas de reconocimiento a lo largo de los años. Primero señalan a un sospechoso con el dedo pero luego se retractan y señalan a otro distinto.

Tras años de búsqueda, tanto el FBI como la Interpol han dejado de buscarlo.

Después de vagar por el mundo como soldado de fortuna y sufrir el mismo tormento que Lawrence de Arabia fue a España y encontró un lugar en el mundo como experto en conseguir subvenciones para cine. Se hizo productor y en los últimos años ha filmado un porrón de películas de las que ni una sola se ha estrenado en las salas comerciales. Vive en una casa sobre los acantilados de Capri y vota regularmente al Partido Socialista. 
Viudo desde que su mujer se murió, tuvo tres hijos, pero su negativa a ser padre responsable le llevó a entregarlos a una agencia de adopciones. Él mismo dice que, desde aquello, no come en restaurantes chinos. Algo sabe, pero se lo calla como un perro.