Wanda, un café optimista para disfrutar de una gastronomía "viajera"

La semana pasada cenábamos en Wanda, un restaurante-café situado en pleno corazón de Madrid, en el que podréis disfrutar de deliciosos desayunos, brunchs, comidas o cenas. Y es que Wanda Café Optimista tiene un horario súper amplio para que podáis disfrutar de su gastronomía a cualquier hora del día. Situado en la calle María de Molina 1, Wanda vuelve a reafirmarme en mi opinión de que los restaurantes con una carta variada, una decoración fresca y una buena coctelería, siguen siendo los favoritos de los madrileños.


Y es que la manera en la que nos alimentamos ha cambiado y mucho. Las tradicionales cenas familiares o de trabajo, han dado paso a las reuniones entre amigos o los afterwork. Por eso son tan necesarios restaurantes como Wanda, donde la variedad de la carta permite que todos los comensales salgan contentos. De ahí que en Wanda podamos encontrar ensaladas, pastas, pizzas, hamburguesas, todo tipo de entrantes o suculentas carnes, que beben de las cocinas de medio mundo.

Un buen ejemplo de ello son los Nachos Machos, un plato de la gastronomía mexicana que se ha popularizado en nuestro país en su versión más "americanizada". Los de Wanda son riquísimos, con guacamole casero, pico de gallo y una crema agria que posee una textura más densa de la habitual pero que a mí me encanta. Perfectos para empezar una cena o para amenizar unas buenas cervezas, mi único "pero" reside en que siempre agradezco unos buenos totopos home made. 
Como aperitivo, en Wanda nos dieron a probar sus renovadas croquetas con jamón ibérico. En esta vuelta de tuerca, han optado por una besamel mucho más cremosa, que se deshace en la boca y que cuenta además con un crujiente que sirve como perfecto contraste.

Otro buen ejemplo de la ruta gastronómica de Wanda son sus rollitos de pollo thai, rellenos de pollo sazonado y acompañados de salsa thai. Ricos y crujientes, han sabido eliminar el tan molesto exceso de grasa, hasta convertirlos en un bocado ligero y apetitoso.

Sin duda, nuestra gran apuesta de la noche venía de la mano de su famoso steak tartar con carne de La Finca. Atemorizada por las malas experiencias previas, devenidas bien por la calidad de la carne, bien por la "original" idea de culminar el plato con una yema de huevo (que mezclan a ojos del comensal), pedía el plato no sin ciertas reservas. Las excelentes críticas de Trip Advisor fueron sin duda quienes me animaron a volver a reconciliarme con este plato. A día de hoy, os puedo decir que es uno de los mejores steak tartar que he probado.

Con el estómago lleno, pero hambrientos por probar algunos de sus famosos postres, nos decidimos sin miramientos por la Cookie Especial Wanda, la estrella de la casa. La clave de su éxito radica en cubrir la clásica cookie americana con un coulis de chocolate y una bola de helado de vainilla. Un postre rico, meloso y gustoso, que se deshace en la boca. Personalmente, nos hubiera encantado contar con una bola de helado extra para que cada bocado pudiera acompañarse de galleta, helado y chocolate.

Para contrarrestar la dulzura de la Cookie Especial Wanda, José - nuestro atento camarero - nos recomendó un postre a base de chocolate blanco, maracuyá y helado de frutos rojos. Nos encantó el perfecto contraste entre el dulzor del chocolate y la acidez de las frutas. Para culminar, unas bolitas de chocolate, que aportan un toque crujiente.

Desde luego a nosotros nos encantó el ambiente, el buen precio de los platos y la variedad, que es ideal para no "aburrirte" de una carta demasiado pronto. Yo ya había estado una vez y desde luego no me he cansado para nada, así que repetiré seguro.
¿Conocíais Wanda? ¿Habéis ido alguna vez?
Fotografías de The Hot Mess Corner.Feed de esta entrada