Revista Cómics
Uno de los grandes éxitos de la Gameboy clásica fue la saga Super Mario Land, la cual a su tercera entrega cambió su protagonista, el dicharachero fontanero de Nintendo por un nuevo personaje que nunca antes había protagonizado un videojuego, su antagonista Wario.
Wario es todo lo contrario de Mario, mientras uno es honrado y benévolo, el otro es sucio y rastrero y con ese cambio de aires empezaremos en este juego. Ahora toca recorrer las fases, pero no para salvar princesas ni el Reino Champiñón, ahora toca recopilar tesoros para hacernos ricos.
Nuestro objetivo en este genial plataformas es recopilar todas las monedas que podamos (me suena al Mario dela 3DS). En cada fase además de los peligros que podamos encontrar, deberemos encontrar unos tesoros ocultos que harán crecer nuestras riquezas sobradamente.
Pero no todo acaba ahí, el juego dispone de diferentes finales dependiendo la cuantía monetaria que recojamos, pues si nuestros bolsillos andan algo flojos conseguiremos una casa de un pájaro para vivir, pero si somos tenaces y rejugamos el cartucho podremos acumular una buena suma de dinero capaz de comprar un planeta entero.