Título: Warrior
Dirección: Gavin O'ConnorGuión: Gavin O'Connor, Anthony Tambakis y Cliff Dorfman
Género: Drama, Acción, Deportes
Duración: 140 minutos
Orígen: Estados Unidos
Año: 2011
Reparto: Joel Edgerton, Tom Hardy, Nick Nolte, etc.
Del golpe venimos y al golpe volvemos
La cita infaltable al cine de peleas que nos ofrece año a año Hollywood y sus cuentos de hadas, sólo que en esta ocasión tenemos una historia que no apela a recursos tontos ni flashbacks innecesarios para tocar las notas de una canción que ya se ha escuchado infinitas veces en este gran concierto de house que es el cine norteamericano.
Es envidiable la clase con la que el risueño Gavin O'Connor (deidad de esta propuesta con guión, dirección y producción a cuestas) abarca una película con un tópico repetidísimo y un final cantado en el poster promocional. La catarata de lugares comunes es inevitable, pero el montaje y la delicadeza con la que Nick Nolte nos enternece y Tom Hardy nos conmociona al silenciar sus apariciones (incluiría la historia de familia preocupada por la hipoteca de la casa del personaje principal, pero no, no esta vez) la sacan de la bofetada del K.O. definitivo.
Estos tipos de films nunca suelen quedar bien parados, exceptuando en las tierras estadounidenses donde el ciudadano clama por ver historias de superación con ritmo accesible y música de Mark Isham... perdón, con música de Bethoven.... perdón, con ambas cosas, para un producto redondito.
Ojo, Warrior (2011) es una gran película. Pero no por méritos visuales o narrativos, sino todo lo contrario. Su fealdad la hace hermosa, y su ambición una inefable propuesta fílmica con absoluta autenticidad por el tópico inicial. De hecho, la paradoja que plantea el personaje del entrenador al luchador protagonista (Joel Edgerton, el tipo con cara de nada y cero músculo que siempre tiene habilidades incomprensibles) "tu casa es esta jaula" cuando él está matándose allí para no perder su hogar, ya es digna de méritos.
No es Karate Kid, no es la reciente The Fighter, ni tampoco es Rocky. Es Warrior, y la vas a recordar porque, siendo una más, se hace notar. Vamos, como toda buena peli de puños y patadas donde haya un buen conflicto familiar en el medio. ¿O no?