Érase una vez un grupo de Rock, llamado Queen, que decidió contar su historia a través de una canción, una historia de 20 años repleta de viajes, de noches sin dormir, de peleas, de éxitos y de cambios.
Érase una vez un cuento que empezó hace mucho, en un lugar llamado Londres...let me tell you about it....
Des de sus inicios hasta el '80 los Queen se comieron medio mundo y desde el ‘80 al ‘86 se comieron el otro medio. Desde esa época, Queen estuvo sumido en una etapa frenética: empezando por su inmersión en el mercado Sur Americano, en el 85 abrieron Rock in Rio Festival (…) (y en Inglaterra, ese mismo año, fueron las estrellas indiscutibles de Live Aid), en un concierto en Brasil hubo polémica por cantar “I Want to Break Free” con unos pechos postizos que se colocó Freddie para parodiar el propio video, ya que el pueblo brasileño tomó la canción como un himno a la libertad y eso les pareció una burla hacia su lucha. Actuaron en Argentina, donde fueron recibidos con todos los honores y hasta conocieron a Maradona, (fan de Queen declarado). Se vieron en medio de conflictos políticos en ese mismo continente, algo que causó amenazas de muerte hacia el grupo.
En medio de toda la locura que suponía la espiral de trabajo “gira-álbum”, se tomaron un año sabático para iniciar sus proyectos individuales, la banda viajó por casi todo el mundo y también lo hicieron por su propia cuenta, después de casi 15 años juntos cada uno pudo dedicar tiempo a lo que querían hacer en solitario y sus intereses particulares. Por ejemplo, Freddie se interesó y profundizó en pintores como Dalí, publicó “Mr. Bad Guy” en el ‘84 y en el ‘87 trabajó con Montserrat Caballé una diva de la ópera y crearon juntos el himno olímpico para Barcelona ‘92. Roger fundó un grupo llamado “Cross”, después de varios discos en solitario, Brian trabajó en proyectos como “Star Fleet Project” y de John…nadie lo sabe…es tan discreto!
Después de tanta actividad, de años frenéticos, después de estar en la cima del mundo y de golpe hacer un alto en el camino y parar de producir un disco con su correspondiente gira, reflexionaron y tras 3 años sin estar en contacto con el público, ni entre ellos mismos, y en la recta final de lo que se pensaba que podía ser el fin de una carrera: en el ‘89, se preguntaron si “¿Valió la pena apostarlo todo a una sola carta, vivir para el rock, permanecer en lucha continua para seguir estando donde se merecian…y así una larga lista de renuncias y entregas.
La parte instrumental de música clásica en medio de “Worth it all Worth it” bien podria reflejar la pausa y el cambio de aire que supuso estar alejados unos de otros, aunque también cabe fijarse que dicha parte tampoco evoca paz y armonía, sino que sugiera cambios rápidos, subidas y bajadas de tonos y explosiones de batería que significaban “agitación”.
Es una de las canciones con el mensaje más directo con respecto a alusiones personales (puesto que es autobiográfica) resumiendo todo lo que supuso para ellos los sacrificios, las luchas, derrotas y victorias, y una de las más trabajadas, y a pesar de todo sigue siendo una gran desconocida ya que pocos detalles se saben de su producción y composición.
Según sus propias palabras, esta claro que valió la pena. Amaron a los fans, al público, a las nuevas generaciones que les impulsaban a crear y a transgredir. Amaron el Rock y el Rock los amaba, y no podían estar alejados de todo lo que supuso el “circo” del mundo de la música porque eso era su vida.
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