Norelys Morales Aguilera.-- La administración Obama ha llegado a la conclusión de oponerse a una resolución de la ONU, que critica el bloqueo económico, comercial y financiero de Estados Unidos contra Cuba, dijo este miércoles (21/10/2015) un funcionario estadounidense familiarizado con el proceso.
La negativa se fundamentaría en que el proyecto en su forma actual no "refleja plenamente" el nuevo espíritu de compromiso entre los antiguos enemigos de la Guerra Fría, según un despacho de AP desde Washington, publicado por The Guardian.
El funcionario, que exigió el anonimato, dejó abierta la posibilidad de que los EE.UU. cambiaran su posición, en el improbable caso de Cuba modifique el texto presentado a la Asamblea General.
Las autoridades, dijo también la fuente anónima, habían estado esperando una solución de compromiso que permitiría a los EE.UU. abstenerse, un paso sin precedentes de la administración de Barack Obama el organismo mundial, y que enfrentarían al Congreso de mayoría republicana, negado a derogar el "embargo" de 54 años.
El Canciller Bruno Rodríguez, ha informado que Cuba volverá este año a presentar el proyecto de resolución 69/5 a la Asamblea General de las Naciones Unidas, titulado: “Necesidad de poner fin al bloqueo económico, comercial y financiero impuesto por los Estados Unidos de América contra Cuba". Es de justicia.
La votación de la Asamblea General de la ONU será el 27 de octubre y Cuba volverá a ser apoyada inobjetablemente, como en los últimos 23 años.
Dichas resoluciones no son vinculantes, pero la presentación y discusión sirven para resaltar el abrumador aislamiento de Washington sobre el tema y enmarcar el bloqueo, como como ilegítimo.
Los resultados del año pasado fueron 188 votos a favor de la Resolución cubana y 2 en contra, correspondientes a Estados Unidos secundado por Israel.
Esta nota indica que Obama exhorta al Congreso a levantar el bloqueo, pero no lo va a desafiarlo con una votación que pone en evidencia, una vez más, la línea fracasada de enfrentamiento y hostilidad para acabar con el socialismo en Cuba, que al fin y al cabo, es lo que también quiere el Presidente de EE.UU., a pesar del golpe de timón audaz de establecer relaciones con la Isla.
En menos de una semana quedará despejada definitivamente la incógnita.