Wat Umong nos ofrece un cambio radical con respecto a los otros templos del centro de la ciudad. Para llegar hasta él tenemos que seguir por la bulliciosa Suthep Rd., hasta que giramos a la izquierda para dirigirnos a un oasis de tranquilidad y naturaleza en el que, acertadamente, se imparten cursos de meditación a los que nos podemos apuntar los occidentales. Y la diferencia con respecto a otros templo no reside sólo en la localización o el verdor que lo rodea, sino que pocos llamarían templo al lugar en torno al cual se ha desarrollado el recinto.
Wat Umong, el Templo Túnel
Umong significa “túnel” en tailandés, y es en los túneles es donde se encuentran las figuras de Buda a las que van a adorar los tailandeses que visitan el lugar. Estos túneles estaban decorados originalmente con pinturas de diferentes motivos, pero en la actualidad sólo se pueden intuir los restos de esos adornos.
En Tailandia hay varios “templos forestales”, que se encuentran retirados de las ciudades y en los que suelen vivir los monjes que están más orientados a trabajar en su práctica de la meditación. Antiguamente, Wat Umong era uno de estos templos, aunque con la expansión de la ciudad ahora se encuentra prácticamente inmerso en ella. Aún así, es un lugar agradable para hacer un curso de meditación, ya que el recinto es amplio y tranquilo y no se tiene la sensación de que las concurridas calles están a pocos metros. Ademas tiene la ventaja de que no hay que irse lejos del centro de Chiang Mai.
Otra particularidad del Wat Umong es su estatua de Buda ayunando, una forma de representarlo que no es demasiado común de ver:
Alrededor de su chedi se pueden ver en ocasiones a monjes ejercitándose o meditando mientras caminan. El terreno de la chedi era uno de mis lugares favoritos de Chiang Mai para ir a relajarme durante mis primeros meses en la ciudad. Además los túneles, cuando no hay nadie más, me transmiten unas sensaciones mucho más espirituales que otro lugares con aspecto de templo “normal”.