Mastodóntica superproducción de casi 3 horas que puede aburrir hasta a las ovejas. Y es que los tempos del cómic y del cine son demasiado diferentes, como es obvio. Lo que nos lleva a que cualquier adaptación demasiado fiel a su original (cosa que pasa en mayor medida en este caso) nos provocará sopor extremo, sobretodo en obras tan grandilocuentes como la de Allan Moore y Dave Gibbons. Personajes estúpidos, que se dejan engañar por un plan patético, escenas absurdas y sin sentido, y un final fascista a más no poder. No creo que gane con nuevos visionados.
Mi Puntuación: 5.9