Cuando una llega a determinada edad -y determinado volumen- asume, no sin cierto pesar, que hay muchas cosas en la vida que ya no podrá hacer nunca más. Quizás por ello las que somos madres volcamos sobre nuestros hijos esas, podríamos llamar, frustraciones inherentes al paso del tiempo.
Una de las cosas que yo sé positivamente que nunca volveré a hacer es ponerme unos pantalones cortos. Lo he intentado, incluso para jugar al pádel, pero la palabra ridículo no describe, ni de lejos, la pinta que tengo. Ya sabemos que cuando hay algo que no podemos hacer se acaba convirtiendo en una obsesión. Pues bien, además de con tener una casa en Hawai con una piscina mirando al mar, yo estoy obsesionada con los shorts y me encanta que mi hija los lleve.
Gracias a Dios los pantaloncitos están de moda y a ella le encanta llevarlos. El problema es que solo le gustan en verano porque a ella eso de los leotardos y los panties no “le mola”. Yo moriría porque ella llevara alguno -cualquiera de ellos- de los que os enseño a continuación pero no creo que lo consiga lo cual, mucho me temo, va a agravar mi obsesión.
Quizás vosotras tengáis más suerte que yo y podáis conseguir, si os gustan, que vuestras hijas lleven alguno de éstos o cualquier otro que encontréis por ahí. Personalmente las niñas pequeñas con short y leotardo me vuelven loca.
En la imagen de portada pone TOP 10, es decir, los diez pantalones cortos que más me han gustado pero si a alguna se le ocurre contar verá que en el fondo son trece pues a los que os enseño ahora hay que añadir los tres que aparecen en la foto de portada y que son de N+V, ya sabéis, la marca de Nieves Alvárez y Villalobos.
Espero que os gusten.