Hoy me gustaría iniciar el 2015 con la primera colaboración en el blog, de las que espero sean muchas más. Cuento con la inestimable ayuda de Carlos García, experto en Tecnología y técnico en emergencias, juntos vamos a realizar un repaso a las novedades tecnológicas del panorama internacional.
Dicho esto, comenzamos un nuevo año cargados de tecnología y con un término muy usado en 2014, que aún promete seguir revolucionando nuestra forma de vivir y trabajar en los próximos años, los “Wearables” (o malamente traducido “tecnología para llevar”). Como todos sabréis, nos referimos a wearables cuando hablamos de dispositivos electrónicos que colocamos en nuestro cuerpo y que interactúan constantemente con el usuario y otros aparatos, a fin de ejecutar alguna tarea sencilla para la que estén programados. Desde zapatillas con GPS hasta relojes que nos indican la cita de nuestra reunión, van introduciéndose poco a poco en nuestra rutina diaria, optando a ser un elemento en ocasiones imprescindible, como en su día lo fue el teléfono móvil.
Siguiendo estas líneas, es fácil darnos cuenta como cada vez son más los términos introducidos en nuestro vocabulario: wearables, cuantificadores o 3D entre otros. Y lo mejor de todo esto es que cada vez más esta tecnología va aplicándose al terreno de la salud.
Comencemos revisando las ventajas de aplicar tecnología 3D en el campo de la salud. Hace algo más de seis meses publiqué un tweet sobre un material llamado “cortex”, versión 2.0 de los actuales vendajes de escayola para inmovilizar fracturas óseas. Este material estaba impreso en 3D exactamente a la medida del paciente.
¿Y si te digo que, tras sufrir una #fractura, podrás ducharte sin cubrir la #escayola? #CORTEX http://t.co/PTtXaQjDZk pic.twitter.com/8ubSKWOTbC
— Diana Serrano (@Serralco) Mayo 28, 2014
No hace falta remontarnos tan atrás en el tiempo, pues hace menos de un mes algunos medios de comunicación se hacían eco del uso de impresoras 3D para la fabricación de vertebras (si habéis leído bien, vertebras), las cuales ya estaban siendo implantadas en humanos con resultados altamente satisfactorios. Están creadas empleando titanio fundido, en vez plástico, lo que las confiere una ligereza y flexibilidad extrema.
Dejando el 3D y sus posibilidades ahora vamos a centrarnos en los “cuantificadores”. A día de hoy podemos comprar cientos de tipos distintos de cuantificadores, algunos incluso de marcas muy conocidas.
Aparte del tipo de marca que posean, existen grandes características diferenciadoras entre muchos de ellos.
La gama de cuantificadores comprende desde los que únicamente miden el pulso, a los que monitorizan el patrón del sueño, el movimiento, la altitud y otros parámetros. Cada uno tiene una serie de aplicaciones en la práctica clínica, como ser de gran utilidad en el seguimiento de pacientes con problemas cardíacos, incentivar el ejercicio físico en pacientes obesos, trazar la ruta de pacientes con demencia para ser localizados en caso de deambulación/vagabundeo… Y todo esto sin que para ellos suponga mayor molestia que la de llevar una pulsera, que además puede ser muy estética.
Pero no sólo podemos encontrar los cuantificadores en formato pulsera, sino que esta moda tecnológica se extiende aún más lejos. Existen plantillas para zapatos con conexión bluetooth que, además de medir la cantidad de pasos dada, cuentan con un sistema calefactable, el cual ofrece hasta 9 horas de duración (según el fabricante), y que podría ser una estupenda opción para personas con mala circulación distal que sufren de problemas relacionados con el frío como el eritema pernio (los conocidos sabañones). De hecho, estas plantillas ya se encuentran a la venta, en la web del fabricante, pero tal vez su precio de 200$ no sea muy accesible para todos los públicos.
Hablando de cuantificadores poco usuales podemos descubrir uno en formato cama, diseñado para los más pequeños. La SleepIQ Kids, cuyo fabricante vende como “la cama conectada”, ofrece una cuantificación y monitorización del niño, mediante una gran cantidad de sensores, y conexión WiFi, además de motores para distintas posturas de uso, e iluminación LED para los más pequeños.
La cama inteligente tendrá un precio elevado (1000$) pero no desorbitado, y podrá adquirirse en la web de su fabricante (http://www.sleepnumber.com/sleepiqkids)
Siguiendo con los wearables para niños, estos últimos son los principales protagonistas de casi todos los “inventos tecnológicos” que van apareciendo, como es el caso de la swimband.
Esta pulsera o brazalete o cinta de pelo (el fabricante no especifica su colocación), se conecta al móvil de los padres o responsables del niño, y les lanza una alerta en caso de que el pequeño se encuentre sumergido durante mucho tiempo en el agua. Supone un alivio para los padres, que se despreocuparan más, y un problema para socorristas, que tendrán que ver como algunos padres vigilan a sus hijos desde la planta 6ª del edificio si el bluetooth les alcanza.
Esta pulsera ya puede adquirirse por un precio de 80$ en la web oficial (https://www.iswimband.com/Products/iswimband/)
Otro de los gadgets infantiles que están por venir se centra en una parte muy importante de la puericultura: la alimentación del lactante.
El Baby GIgI se encarga de controlar el tiempo de comida, evitando así la aparición de gases y otros problemas estomacales (ahorrando a padres e hijos la fases de los cólicos). Además de ello y como no podía ser de otra manera, envía los datos al Smartphone.
Finalizando la parte de los más peques de la casa, es posible su monitorización mediante pegatinas colocadas directamente sobre la piel, como es el caso de la eSkin Thermometer o la TempTrack. Estas pegatinas realizan una monitorización de la temperatura corporal, almacenando gráficas y activando alertas en caso de superar los valores fijados.
Un gadget muy útil, que no necesariamente tiene que ser aplicado en menores, pudiendo llegar a ser muy útil en personas de la tercera edad (especialmente en grandes dependientes o con problemas de comunicación).
Saliendo un poco del ámbito doméstico podemos encontrar algunas novedades bastante interesantes como es el caso de los drones de rescate, que se presentan como prototipos cada día más viables.
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El Ambulance drone, se activa desde el centro coordinador de emergencias al recibir una llamada, y recogiendo las coordenadas GPS del demandante se dirige a su posición. Porta un desfibrilador en su interior, que puede ser utilizado por el primer respondiente mientras los servicios de emergencias se dirigen al lugar para continuar con la reanimación instrumental favoreciendo las posibilidades de supervivencia de la víctima.
Es cierto que quedan por definir muchos conceptos, como la precisión del GPS, la duración de batería, los posibles fallos en vuelo (con el peligro que eso conlleva, un drone de estas características fácilmente supera los 50kg de peso, si callera en pleno vuelo podría provocar enormes daños) y por supuesto la legislación del espacio aéreo.
Otro drone que hace su aparición en ferias y congresos está programado para sobrevolar la costa, y lanzar un DFR (Dispositivo de Flotabilidad y Rescate) al bañista en apuros mientras espera la ayuda del salvamento acuático.
Seguro que en los próximos meses veremos muchos avances en el ámbito de los drones.
Otro invento no tan novedoso, pero que a día de hoy continua siendo algo del futuro, (ya que no conozco a ningún profesional que disponga de uno, a pesar de que me consta que se utiliza en todo el mundo) es el “buscador de venas” o comercialmente llamado AccuVein.
Este dispositivo del tamaño de un otoscopio proyecta un láser sobre la piel del paciente que consigue absorber la luz de la hemoglobina, haciendo visibles los vasos y facilitando la vida a los profesionales como nosotros.
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Por último me gustaría hablaros de un pendrive USB algo peculiar, el ADN-USB, que dispone de unas celdas en su interior para mediante una pequeña gota de sangre, almacenar un perfil genético que la empresa asegura se mantendrá intacto durante al menos 20 años.
Realmente no llego a extrapolar una utilidad a corto plazo del dispositivo más que la curiosidad, en un futuro puede que llegue a ser útil como método de almacenamiento genético a gran escala.
Respecto a su precio hay que destacar que no es nada desorbitado, pudiendo comprar uno con 4 celdas de almacenamiento (para cuatro personas) por sólo 39$
Si estáis interesados podéis ver más información aquí (https://www.genisyss.com/products/)
Estos son muchos de los dispositivos presentados en el CES 2015, y fuera de él, que pretenden revolucionar la industria en los próximos años.
¿Qué opináis vosotros, veis utilidad a estos avances, los usaríais en vuestro trabajo o en vuestras casas? Nos vemos la semana que viene.
Los enlaces que aparecen en este post hacia productos comerciales son meramente informativos, ni serralco.es, ni ninguno de sus colaboradores reciben ningún tipo de compensación por ello y es por eso por lo que solo aparecen los que pueden considerarse de mayor interés.
Carlos Garcia
Desarrollador web multiplataforma, centrado en nuevas tecnologías. Técnico en Emergencias Medicas, Voluntario SAMUR-PC (Madrid), Reanimador de la AHA. Aplicación de tecnología, gestión y seguridad en la salud.