Esta semana tenía claro que la imagen de la semana tenía que ser este águila.
Nuestra parcela está a cuatro kilómetros de la playa y a cuatro de la montaña. En esas montañas anida, al menos, una pareja de águilas que vemos muchas veces buscando su presa.
Normalmente están a mucha altitud, pero este domingo tuvimos la suerte de verla a una distancia mucho más próxima. Lo cierto es que fue un acontecimiento, estuvimos un rato todos mirando como volaba. También fuimos de como el los pájaros dejaron de emitir sonidos, no se hoy ni a las pesadas de las urracas, de hecho no se veía ningún pájaro volando, alguno se aventuraba a salir pero volando muy bajito, pegado a las copas de los naranjos.
En una ocasión iba con cangrejito en el coche y antes de llegar a la parcela, en un huerto cercano estaba el águila en el suelo arrancando trozos de una presa que acababa de cazar. La pobre se asustó y salió volando, en ese momento pudimos ver a tres o cuatro metros como se elevaba pesadamente. Era enorme, de pié en el suelo era más de medio metro y cuando extendió las alas, bufff.
Aunque ahora que lo pienso, espero que no sea un águila pescadora y no le gusten los cangrejos. 😥😥