Arte conceptual del laberinto ofrecido por Wes Ball
Así, en dicha entrevista, Ball alega que el laberinto mostrado en la cinta difiere del original creado por Dashner, pues tras soperar el diseño del autor, decidió darle una forma más circular y como un reloj "para constatar la cuenta atrás". Su gran empeño en esta creación, no obstante, es darle el mayor realismo posible, pues "no es un laberinto de fantasía sino que había que crearlo con toda la realidad que pudiéramos". Por ello hay tantos detalles, como la vegetación descrita en los libros, la composición del Claro como una pequeña sociedad, pero un poco de componente mecánico y antinatural a medida que nos adentramos en el laberinto, para constatar la ciencia ficción que rodea la historia. No obstante, el primer problema llegó al comprobar que el tamaño de las paredes narradas por Dashner se convertían en una quimera para encuadrar dentro de la cinta, al ser mastodónticas e imposibles de crear. Por eso, el laberinto final es bastante más pequeño en cuanto a altura, pero las paredes son lo suficientemente grandes para conservar "la sensación de estar en una prisión". "El laberinto consigue igualmente ser amenazante, imponente, al ser conscientes de la parte superior de los muros", comenta.
Diseño inicial del laberinto, por Wes Ball
En cuanto al rodaje, Ball asegura buscar la "autenticidad siempre que sea posible". Además de crear un laberinto con un diseño esmerado y rozando la naturalidad de la piedra y la hiedra, constata que, pese a no tener miedo de usar un fondo Croma para todo tipo de efectos, sí que intenta aportar el máximo realismo a las tomas, como es el caso del Claro, que fue construido en un campo real en Baton Rouge, con sus cabañas y jardines incluidos. Incluso algunas escenas del laberinto, continúa, fueron rodadas íntegramente en un hotel demolido, donde construyeron algunas partes del laberinto para poder filmar con luz real.
Arte conceptual del laberinto ofrecido por Wes Ball
Pero para los más curiosos o sabedores de todo tipo de detalles, lo mejor, sin duda, es que confiesa que el sudor y la suciedad de los actores es "real", pues el Claro se encontraba en campo abierto y les hacían correr durante todo el día para conseguir tomas realistas. "Quería ver en ellos sudor real y no fue un gran problema a causa de la temperatura y el ejercicio intensivo", asegura.
El Corredor del laberinto, novela homónima de James Dashner y que adapta 20th Century Fox, llegará a los cines españoles en septiembre de 2014.
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