Revista Arquitectura
Un volumen en forma de cuña nacido de un juego que enlaza una figura compacta y un edificio en altura, es la propuesta de BIG para la calle 57 en Manhattan. El estudio Danés desarrolla una tipología de vivienda completamente nueva para la ciudad, y su particular imagen lo hará claramente identificable entre los rascacielos de Manhattan. El edifico ocupara una parcela en el oeste de la calle 57 entre las avenidas 11 y 12 alojando 600 departamentos de vivienda, sobre un basamento compuesto con un programa comercial y cultural. La administración local concedió recientemente el permiso definitivo para el inicio de obra que se estima estará finalizada en el año 2016.
El diseño combina la compacidad de la manzana Europea con el desarrollo en altura de los edificios de Manhattan. El bloque de viviendas se organiza a través de un patio en el centro de un volumen que mantiene tres esquinas a baja altura y eleva la restante, para permitir a las unidades gozar de amplias vistas sobre el río Hudson. El edificio de eleva en la esquina noreste, sobre el lado opuesto al río, hasta alcanzar una altura de 140 metros, dando forma a una torre triangular. Esta disposición del edificio permite además preservar las vistas al río de la torre Helena, lindera al edificio.
La cubierta inclinada generada en la unión entre los puntos opuestos se perfora en todo su recorrido con balcones de expansión que permiten el máximo aprovechamiento de la luz natural y las visuales al paisaje. Esta inclinación también hace variable la percepción visual en función del ángulo del espectador, revelada como una pirámide en la vista desde el rio y como una torre sobre la calle 58. La forma en pendiente del volumen marca en el sitio una transición entre los edificios de baja altura de la parte sur y los rascacielos de la parte norte.
Las fachadas sobre la calle contendrán balcones cerrados en correspondencia con cada departamento. El patio estará cubierto de vegetación creando un pulmón verde que se extiende hasta orillas del río, estableciendo una positiva diferencia con el resto de los edificios Manhattan. El proyecto de BIG es una composición arriesgada, que apuesta por el diseño de la mayor parte de la cubierta como fachada, estableciendo puntos de contacto con otro de sus trabajos recientes, el complejo 8 House.