Revista Cine
Creación: Jonathan Nolan & Lisa Joy
Pues bien, ha terminado la tercera temporada de "Westworld" (filmada en "obsoletos" 35 mm), que esta vez tuvo ocho episodios, los cuales vimos más por inercia que por interés, aunque debo decir que el trailer, ese con la versión melódica de la canción de Guns'n'Roses, me atrajo e incluso entusiasmó lo suficiente como para tener saludables expectativas de que en esta ocasión la cosa no sería tan decepcionante como en la segunda temporada, o al menos de que lo pasaría relativamente bien. Y, momentos más, momentos menos, vuelvo a sentirme, no sé si decepcionado, pero algo parecido. Una sensación de que no estamos ante un mal producto en lo absoluto, pero que difícilmente pueda considerar de genial, excelente, magnífico, etc. No es un desperdicio, pero ¿vale la pena?Decía respecto de "Better Call Saul" que es una serie que sí sabe utilizar de manera inteligente su formato televisivo. "Westworld", en cambio, es la enésima prueba de los pecados y lugares comunes y tics televisivos: tramas alargadas, tramas relleno, personajes innecesarios innecesariamente "profundizados", explicaciones reiterativas, en fin... Por ejemplo los primeros tres episodios, bien narrados, corresponden a la primera media hora (o primeros 45 minutos) de una buena película. Todo el rollo de Maeve en Warworld (con los nazis) es relleno puro, hasta a la pobre mujer la traen de vuelta de manera tan forzada, abusando del hecho de que aún no pueda reunirse con su hija y ella, siendo tan aguda e inteligente, no deja de caer en las mentiras de los villanos de turno... El personaje de Aaron Paul, de esos casos en donde es mejor esconder y sugerir que explicitar por completo, aunque es cierto que el suyo es un gran personaje y un acertado agregado. Charlotte Hale y sus dudas, su inestabilidad, todo eso es tan reiterativo. Y qué decir de Ed Harris, que más parece un comodín, o de Bernard, que nuevamente anda detrás de ni él sabe qué puta cosa... Una temporada dispersa, qué duda cabe, desordenada también. Esta vez sin juegos temporales, pero con un inconexo manejo del presente. Y que tiene un desenlace bastante poca cosa, con los giros esperables de siempre y el siempre presente deus ex machina. ¿Se puede ver? Claro que sí, es un producto bien facturado y, como dije, su tedioso relato sí ofrece interesantes y notables momentos, escenas, secuencias, ideas (hay un episodio completo que es una declaración de amor a la acción pura y dura, sin duda el episodio más disfrutable si mal no recuerdo, más concreto en su propuesta como unidad)... La realización deja mucho que desear, nuevamente se nota la falta de directores/as de cine, pero bueno, qué se puede hacer.La desordenada y dispersa trama tampoco logra transmitir o expresar los temas centrales de la temporada, como lo es la inteligencia artificial y su posibilidad de sentimientos (de "humanidad"), la reducción de los seres humanos a meros datos cibernéticos, la conducta humana como algoritmos predecibles, las grandes corporaciones y el manejo de la privacidad en los tiempos de las redes sociales como elemento vital, ya saben... El villano es Vincent Cassel, empresario que es dueño o creador de una máquina, Rehoboam, que predice todas las posibles líneas temporales del mundo (como esos programas de ajedrez que predicen las mejores estrategias en una partida). Lo que diga esta máquina debe ser obedecido para que haya orden mundial, la gente controlada sin que lo sepan a través de lo que piensan que los hace libres, y la discusión del libre albedrío, si somos libres para elegir o no, si estamos programados desde la cuna, en fin... Dolores sigue con su cruzada, mucha gente la quiere detener, por culpa suya surge una nueva villana para la confirmada cuarta temporada, hay conspiraciones corporativas bastante difíciles de entender si no eres de ese mundo, y yo pienso que la escena final debió haber tenido como música de fondo Where is my mind? de The Pixies, quién sabe por qué lo digo. De hecho alguien también lo pensó, si en realidad es tan obvio: miren. Como sea, una temporada con temas interesantes, algunas ideas bien planteadas a través de sus diálogos y uno que otro personaje (sin duda, el de Aaron Paul tiene los mejores momentos al respecto), pero que tampoco va a destacar por la complejidad filosófica de la primera, que también iba por los mismos derroteros de reflexión, si bien antes, me parece, era a un nivel más de individuos, ahora lo lanza a la sociedad completa y este control invisible al que, quizás, estamos sometidos.No se pierden nada si no la ven, pero si les gusta ver series, "Westworld" seguramente debe ser de las propuestas que destacan por sobre la media. Ni fú ni fá.