Revista Cultura y Ocio

What the bleep do we know: claves para el enigma cuántico

Publicado el 15 noviembre 2011 por Rojotransitorio @rojotransitorio

Últimamente, diríamos que de forma curiosa, se van alineando en mi vida una serie de circunstancias (evidentemente moldeadas por un interés subyacente) que apuntan en una misma dirección: la física cuántica y sus trascendentes implicaciones a todos los niveles.

Según Alejandro Jodorowsky, diríamos que la realidad ha comenzado su extraña danza a mi alrededor. Pero nada es casual: el coreógrafo de esa danza no es un destino ajeno, sino una consciencia propia que se manifiesta como precursora/creadora de mi destino.

Y el resultado palpable de ese alineamiento confluye en este film-documental: What the bleep do we know!? donde el bleep (léase pitido) es una incógnita de fácil resolución (independientemente de la lengua) ¿Que **** sabemos con certeza respecto a nuestro destino? La respuesta es contundente: nada. Pero ese nada abre un abanico con todas las posibilidades/probabilidades.

El poder de la probabilidad: la física cuántica

El mundo cuántico

El mundo cuántico

La física cuántica es sobre todo una disciplina sobre probabilidades. Una disciplina que nos dice que a nivel subatómico todas las (posiblemente infinitas) opciones son factibles, incluso aquellas que irían en contra del sentido más común. Como que una partícula se encuentre en dos posiciones distintas al mismo tiempo. Dentro de ese amplio abanico, al parecer, nuestro pensamiento (como observador de la realidad) puede tener un factor determinante. Algo que no escapa a cierta intuición. Pero quizás, lo que sí se escapa es el verdadero potencial detrás de esa noción.

En la física clásica, la probabilidad se considera como una medida de la ignorancia del sujeto, por falta de información, sobre algunas propiedades del sistema sometido a estudio. Podríamos hablar, entonces, de un valor subjetivo de la probabilidad. Pero en la física cuántica la probabilidad posee un valor objetivo esencial, y no se halla supeditada al estado de conocimiento del sujeto, sino que, en cierto modo, lo determina.

En este film, se ponen sobre la mesa sugerentes implicaciones derivadas de estas irrebatibles verdades de la teoría cuántica. El hecho de que una onda/partícula se encuentre al mismo tiempo en un conjunto de estados posibles se denomina superposición cuántica. Ese conjunto de estados posibles colapsa en un estado concreto (en nuestra linea temporal) cuando es examinado por un observador. Y nuestro pensamiento (o consciencia) podría estar jugando el papel de ese observador. El famoso gato de Schrödinger es un experimento mental ideado para exponer este principio.

Las implicaciones de todo ello alcanzan una trascendencia extraordinaria: nuestro pensamiento (o consciencia), hasta ahora contemplado como un elemento pasivo, podría estar teniendo un papel activo en la configuración de la realidad de la linea temporal en la que nos encontramos.

A cada momento se abren infinitas lineas temporales (tantas como las infinitas probabilidades de la superposición cuántica), pero nosotros mismos estamos determinando (colapsando) una a cada instante. Maravilloso: somos los libres y constantes creadores de nuestro destino. Pero además lo somos de una forma activa y dinámica.

El poder de nuestro cerebro

El misterio cuántico en nuestro cerebro

El misterio cuántico en nuestro cerebro

Este film se divide en tres bloques temáticos. El primero, como ya hemos visto, considera principalmente las poderosas implicaciones de la física cuántica. El segundo trata de la conexión mente-cuerpo, centrándose en nuestro órgano más prodigioso: el cerebro. Este bloque está basado en diferentes áreas de la neurociencia y de la biología, tanto celular como molecular.

Todos tenemos una cierta intuición de que pensamientos negativos podrían estar afectando nuestro propio cuerpo de una forma negativa (enfermedades, adicciones…). En cambio, pensamientos positivos lo harían de forma positiva. Pero ¿por qué limitar el ámbito de acción de nuestra mente a las fronteras marcadas por nuestro cuerpo? Esto es lo que se muestra con el pasaje que abre este bloque: los mensajes del agua.

A continuación se muestra, a través de distintos y esclarecedores ejemplos, como el cerebro dicta los mensajes y las ordenes que nuestro cuerpo seguirá de forma sumisa. Si el dictado es bueno, perfecto. Pero si es malo, tendremos que ponerle remedio con la máxima urgencia.

Un conjunto de pensamientos repetidos a diario (tanto buenos como malos) marcarán drásticamente una tendencia cada día más profunda y más difícil de cambiar. En este otro artículo ya traté en profundidad tanto la naturaleza como el increíble poder de nuestro cerebro.

La conclusión final y más importante de este bloque es que la influencia del cerebro no se limita a la realidad interior (es decir, la del propio cuerpo) sino que abarcaría, al igual que en el caso de la física cuántica, la realidad exterior.

¿Otra versión de la ley de la atracción?

Pensamientos positivos atraen circunstancias positivas a nuestra vida. En cambio, pensamientos negativos atraen circunstancias negativas. ¿Os suena la sentencia previa? Probablemente sí.

Es la premisa sobre la que se basa un conjunto de reflexiones plasmadas en los medios bajo un novedoso (y exitoso a nivel de ventas) paradigma: El secreto, la ley de la atracción… Todos hemos experimentado alguna vez vivencias que parecen confirmar la hipótesis anterior.

Cuando atraemos algo ¿lo hacemos pasiva o activamente? Este film nos muestra que nuestra mente, además de activa, es totalmente responsable de nuestro destino. Quizás tanta responsabilidad nos aterre, pero no podemos evitarla. Y menos, cuando se trata de nuestra propia ventura.

El poder de la unidad

En aras de la unidad

En aras de la unidad

El tercer bloque trata sobre la unidad y la forma más común de denominarla: Dios. Yo siempre he preferido identificar a Dios, un termino que en ocasiones crea discordancia, como una consciencia universal y unitaria. Así lo despojo de cualquier camiseta impuesta por la mayoría de las religiones imperantes. Las camisetas, como en el caso de los equipos de fútbol, suelen tener asociado cierto fanatismo del cual sería preciso escapar. Las ideas sobre Dios expuestas en el film siguen esta misma dirección.

Otra vez la física cuántica empuja en el mismo sentido de unidad universal. El concepto de entrelazamiento (o enmarañamiento) cuántico nos plantea un panorama en el cual parece dibujarse una sutil relación entre partículas elementales situadas incluso en los puntos más remotos del universo. La famosa limitación de Einstein relativa a la velocidad de la luz, sólo afecta a la transmisión de señales, no a este extraño y fascinante vínculo subyacente.

La mente, cuando se ha entrenado correctamente, también tiende a alcanzar una profunda comprensión del concepto de unidad. Grandes referentes de la sabiduría humana (entre ellos, Buda, Jesucristo…) nos han señalado que éste sería el camino para el despertar de un cierto estado de consciencia superior. Siempre necesitaremos luz en el camino para no perdernos.

Conclusión

Esta película, tal como he apuntado en un inicio, aglutina (grata y sorprendentemente) varias nociones que comparto de una forma intuitiva y profunda. Remarco que tan solo la intuición puede abrazar los planteamientos más drásticos de este film. No habría lugar para la razón, por ahora. El futuro, con probabilidad, disipará dudas.

Aun así, revisando el Curriculum Vitae de los científicos y pensadores que libremente opinan en este film-documental, verifico que no soy el único que siente esa intuición como algo mucho más factible y ponderable que la realidad objetiva que nos rodea.

What the bleep do we know!?

What the bleep do we know!?

La vida es una escuela de probabilidad. (Walter Bagehot)


Volver a la Portada de Logo Paperblog